Fernández enardeció a su auditorio con un mitin vibrante en el que pidió pasión al PSOE porque, desde su punto de vista, al discurso de la razón y los argumentos es demasiado frío, mientras que Podemos juega a los sentimientos. Y lo cerró abiertamente con un ¡no pasarán!

El presidente autonómico denunció que las nuevas elecciones son consecuencia de dos estrategias complementarias, las del PP y Unidos Podemos: “Unos inyectan miedo a la radicalización de la izquierda presentándose como los únicos capaces de pararla, y otros quieren reducir al PSOE a la mínima expresion para ser ellos los que dominen la izquierda”.

Sin embargo, les advirtió que el PSOE no es el Pasok, sino que su historia es paralela a la de España. Y, recordando el debate de ayer, ironizó que todos querían pactar con el PSOE, pero que con el PP “corrompido” no puede ser y que Podemos no lo quería cuando le insultó exigiendo ministerios y echándole a la cara episodios relacionados con la lucha antiterrorista en los años ochenta y la 'la cal viva'.

Fernández criticó la apuesta de Unidos Podemos por el derecho de autodeterminación y defendió el Estado como el intrumento para luchar contra la injusticia, mientras que los privilegiados prefieren que no intervenga. “Cuando las regiones ricas hacen bandera de la insolidaridad, ¿qué debe hacer la izquierda”, preguntó, lamentando que en las elecciones catalanas Iglesias tratara de captar a los inmigrantes de otras partes de España y, como no salió bien, luego vendió a los nacionalistas el derecho a decidir.

En contraste con Podemos, el presidente asturiano aseguró que los socialistas usan argumentos, no sentimientos, pero advirtió de que “el discurso de la razón es frío” y necesita pasión. “Tenemos que echarle pasión”, incitó a sus oyentes, y recordó, intensificando cada vez más el tono, que Manuel Azaña decía: “No soy patriota, soy español por los cuatro costados”.

Ironizó que Iglesias, al hacer últimamente suyo el patriotismo, “parece un subteniente de regulares”, pero él apostó por ir “contra las patrias, contra las identidades prefabricadas”, pero “a favor de los hombres y las mujers y su igualdad, porque “ésa ha sido la bandera de la izquierda”. Y reclamó hacerlo “”con pasión, con emoción, con fuerza”, para concluir en todo lo alto: “Queremos ganar, podemos ganar, vamos a ganar. ¡No pasarán!”

Lastra, que tenía imposible mantener el nivel de entusiasmo del auditorio, insistió en el histórico lema de los republicanos frente a los golpistas franquistas: “No van a pasar, ni la derecha ni esa otra izquierda que no es izquierda”. A Iglesias le echó en cara que no quiso gobierno socialista porque prefiere el “postureo” y salir en la televisión. Ante las nuevas elecciones, confía en que los votantes “ya han visto lo que tenemos enfrente”, y terminó espetando al auditorio : “Lo vamos a hacer, frente a la derecha y frente a esos que nacieron para matarnos a nosotros”.

El acto lo inició el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, quien en una línea similar garantizó que “ninguna marca blanca” les va a arrebatar el orgullo de ser socialistas, pero advirtió: “No sabemos vender lo que hacemos”, mientras “otros llevan 10 años preparándose en las universidades. Para ganar, no para gobernar”. Podemos le parece, pues, “un producto de marketing”, p"oco riguroso”, nacido al calor de la conversión de la política en una tertulia.