La encuesta del CIRES, de marzo de este año, demuestra una creciente desconfianza de la población española hacia los inmigrantes, en comparación con los niveles de rechazo detectados en un estudio similar realizado por este centro en 1991.

El rechazo social está originado principalmente por la aociación de estas personas al consumo y tráfico de drogas, según manifiesta el 52 por ciento de los encuestados en el último sondeo sobre esta cuestión realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), correspondiente al año pasado.

Ambos trabajos estadísticos demuestran que los gitanos, los árabes, los judíos y los norteamericanos son los inmigrantes peor considerados por los españoles. Por el contrario, los europeos occidentales son los más apreciados.

El sondeo del CIRES indica qu algo más de la mitad de los encuestados se muestra favorable a la integración social de estos colectivos, aunque una proporción similar piensa que dicha integración puede ser problemática y conflictiva.

La insercción menos problemática, en opinión de los encuestados, sería la de sudamericanos y europeos, mientras que resultaría más complicada la de norteafricanos y africanos de raza negra.

Por ello, los responsables de este centro concluyen que los españoles prefieren que los extranjeros vengan or tiempo limitado y sin familias, en vez de con parientes y con intención de asentarse en el país.

MALAS CONDICIONES DE VIDA

Respecto a la situación en la que trabajan los inmigrantes que llegan a nuestro país, el 49 por ciento de las personas entrevistadas por el CIS piensan que viven en peores condiciones que los españoles.

Para solucionar esta situación, el 75 por ciento opina que el Gobierno debería promover acciones para que estos trabajadores extranjeros mejoraran sus condiciones de vida

Ambas encuestas señalan que los españoles consideran que en nuestro país hay demasiados inmigrantes y se muestran partidarios de limitar el cupo de entrada de estas personas.

El perfil del español más racista, según el CIRES, es una persona mayor de 50 años, de bajo nivel educativo y social, votante de derechas y que no ha viajado nunca fuera de España.