Hoarau compró un billete de París a Niza, y no tuvo problemas en el viaje de ida, a pesar de que no llevaba acompañante.

Sin embargo, en el de vuelta el personal de la compañía le indicó que tenía que abandonar el avión, después de haber embarcado, porque viajaba sola.

A pesar de que uno de los viajeros se ofreció a actuar como acompañante, el personal de cabina se opuso porque no habían embarcado al mismo tiempo.

EasyJet facilitó a Hoarau un billete gratis en el siguiente vuelo, en el que también buscaron un pasajero que actuara como acompañante.

La aerolínea ha explicado en un comunicado que su política es que las personas con discapacidad viajen acompañadas, para que puedan ser evacuadas con facilidad en caso de que se produzca una situación de emergencia.

Hoarau ha pedido al organismo gubernamental para la lucha contra la discriminación de Francia (Halde) que defienda su caso, y está estudiando otras actuaciones legales.

“El presidente de EasyJet ha asegurado en una nota de prensa que siente lo ocurrido, pero no he recibido ninguna llamada por parte de la compañía para ofrecerme disculpas”, asegura Hoarau.