Según informó el Ministerio del Interior, el arrestado, a través de su presencia en las redes sociales, elaboraba y difundía mensajes de justificación y enaltecimiento de la yihad, incitación a la violencia y al martirio terrorista, así como de menosprecio y humillación a las víctimas.

Tras una fase inicial, los seguidores de este yihadista eran puestos a prueba mediante fórmulas retóricas, que ponían de manifiesto sus posicionamientos morales y su predisposición a aceptar un compromiso total de colaboración con el Daesh.

El proceso de captación de eventuales terroristas culminaba en plataformas de comunicación más reservadas con un único objetivo: la total integración de sus discípulos en la estructura de la organización terrorista.

CONTACTOS SOBRE EL TERRENO

El detenido se comunicaba con un gran número de combatientes en las filas del Daesh que están operativos en la zona de conflicto sirio-iraquí, lo que incluía destacados terroristas. El arrestado manifestó en diversas ocasiones su deseo de integrarse como combatiente en las filas de dicha organización terrorista.

El investigado había asumido, como parte del engranaje orgánico del Daesh, las tareas de propaganda, elaboración y difusión de mensajes antisemitas, de incitación al odio y de justificación y enaltecimiento de la yihad. También incitaba a la violencia y al martirio terrorista, lo que incluía contenido de menosprecio y humillación a las víctimas de sus atentados terroristas.

Para lograr estos objetivos, el presunto yihadista adoctrinaba a sus interlocutores cibernautas para la aceptación plena de los postulados yihadistas, instruyéndoles en el ideario difundido por el Daesh, en el que se justifica y alienta el empleo de la violencia y la subversión.

PROCESO FINAL

Una vez superado este estadio, sus seguidores eran puestos a prueba mediante fórmulas retóricas que pondrían de manifiesto sus posicionamientos morales y su predisposición a aceptar un compromiso total de colaboración con la organización terrorista.

La última fase se desarrollaba en plataformas de comunicación más reservadas, donde el detenido culminaba el proceso de captación con un único objetivo: la total integración de sus discípulos en la estructura de la organización terrorista.