Poco más de 17 minutos duró la intervención de Rivera ante la Asamblea Nacional, que fue grabada y retransmitida a través de las redes sociales por Lilian Tintori, la mujer del opositor encarcelado Leopoldo López.

Rivera expresó su respeto a toda la Asamblea, a la mayoría y a la minoría, sin distinciones entre quienes están a favor o en contra del régimen, y desde allí se dirigió a todo el pueblo venezolano al margen de la ideología de cada cual. En las colas para adquirir productos básicos, dijo, “no hay chavistas ni opositores, hay gente pasando hambre”.

Sobre esa base tendió la mano al Gobierno “aunque discrepemos” en la visión de la democracia o de los derechos humanos, y aseguró que cualquier diálogo efectivo tiene que nacer del respeto a los derechos humanos y a la ley. En ese camino, dijo “pueden contar con España” no solo para afrontar la crisis política e institucional, sino también la humanitaria. Tiene que haber democracia, sentenció, pero también alimentos y medicinas.

Rivera hizo hincapié en la liberación de los presos políticos como condición “sine qua non” para establecer cualquier diálogo. Defendió además el respeto a las propias reglas del juego y a la Constitución de Venezuela, que en su artículo 72 prevé el revocatorio como mecanismo para desalojar democráticamente a un mandatario.

En el futuro de Venezuela, dijo Rivera, no tiene que haber “vencedores ni vencidos”, sino un pueblo unido que solo mire atrás para recordar “lo que no hay que hacer” y que aparque en el pasado un régimen que está “en contra del signo de los tiempos”.

Rivera explicó que en España se vive “con preocupación” la situación en Venezuela y emplazó a los parlamentarios a reivindicar la salida de los presos políticos, la llegada de ayuda humanitaria y el respeto a las leyes. Les emplazó a defender su Constitución y a decir a sus compatriotas “que hay esperanza, que este país se va a levantar”.

El enemigo del pueblo venezolano, concluyó, no es una parte de sus compatriotas ni el pueblo español. Es el hambre, la falta de democracia, la inseguridad. “Que nadie se confunda de enemigos. Los españoles somos amigos” y no van a abandonar a Venezuela.