Sánchez se refirió a esta cuestión durante su intervención en el citado encuentro informativo, organizado por Nueva Economía Fórum y en el que el secretario general socialista fue presentado por Margarita Robles, que será su número dos en la candidatura al Congreso por Madrid para las generales del mes próximo.

Sobre la carta enviada por Rajoy a Juncker, el líder del PSOE pidió al presidente en funciones “que diga la verdad y que no mienta sin pudor” a los españoles, en referencia a que mientras remite esta carta a Europa está prometiendo que bajará impuestos si sigue en La Moncloa tras las elecciones.

Según Sánchez, el jefe del Ejecutivo “vuelve a hacer lo mismo” que tras los comicios de 2011, puesto que “vuelve a decir a los españoles que va a bajar los impuestos, que no va a recortar el Estado del bienestar”, cuando, añadió, no es esto lo que hizo durante la legislatura que ha gobernado.

“AUDITORÍA” DEL GASTO DEL ESTADO

El responsable socialista añadió que “los españoles tienen el derecho de conocer qué recortes quiere hacer Rajoy”, frente a lo que destacó que el “compromiso” del PSOE es que “no se va a tocar un céntimo de euro más del Estado de bienestar en nuestro país”.

Sánchez sostuvo que la “solución fácil” al déficit es recortar en “las políticas que protegen a los más débiles”. Frente a esto, apuntó que los socialistas, si se hacen con el Gobierno tras el 26-J, tomarán una serie de medidas para garantizar la sostenibilidad financiera, la primera de la cuales será “quitar todo el gasto superfluo del Estado”, algo que se acordará tras hacer una “auditoría”.

Añadió que los socialistas promoverán “una reforma fiscal que haga nuestro sistema mucho más progresivo, que garantice también la suficiencia en la prestación de servicios públicos esenciales, como la sanidad, la educación, la dependencia”.

Por último, manifestó que otra de las iniciativas del PSOE en este terreno de la sostenibilidad del Estado de bienestar es “reconstruir” el Pacto de Toledo “para garantizar el sostenimiento de nuestro sistema público de pensiones”, algo para lo que los socialistas han planteado introducir un impuesto.