Este órgano está compuesto por 20 miembros, de los que once son representantes de federaciones y asociaciones, a los que se sumarán próximamente dos expertos elegidos por el propio Consejo. En él están presentes el mundo asociativo, el académico y el de la investigación, además de las tres Administraciones Públicas, según informó el Consistorio.

El Consejo funcionará a través de un pleno integrado por todos sus miembros, y para que sea más operativo contará con comisiones permanentes y grupos de trabajo temporales que estudiarán los asuntos concretos, que posteriormente serán elevados al pleno.

Entre sus funciones destacan el asesoramiento y la consulta a los distintos órganos del Ayuntamiento, el fomento del asociacionismo y la mejora de la coordinación entre las diferentes instituciones, públicas y privadas, relacionadas con las asociaciones.

Para el Gobierno de Gallardón, el movimiento asociativo es fundamental en el fortalecimiento de la democracia y sus valores de acción colectiva, solidaridad e integración de intereses, cada vez más necesarios en la sociedad moderna, y su colaboración con los gobiernos locales favorece una gestión pública más eficaz.

Según el Ayuntamiento, el movimiento asociativo está presente a nivel territorial en los 21 consejos territoriales de distrito, y a nivel sectorial en los ocho consejos sectoriales, dependientes de las áreas de Gobierno del Ayuntamiento.