Así lo avanzó el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, durante la presentación de resultados trimestrales donde explicó que estos ajustes son consecuencia de la adaptación de la entidad al entorno digital.

En este sentido, Álvarez manifestó que “estamos en pleno proceso de negociación con los sindicatos” y “esperamos cerrar un acuerdo muy pronto”.

El número dos del banco precisó que el ahorro anualizado que puede tener para el banco este proceso de cierre de oficinas pequeñas se encuentra entre los 75 y los 110 millones de euros, que se notarían a partir del año 2017.

“Estamos tratando de adaptar la distribución que tenemos a las necesidades digitales de los clientes”, aseveró el directivo de Banco Santander, quien explicó que adaptarse al nuevo “modo de operar de los clientes supone adaptar nuestras redes de distribución”.

No obstante, Álvarez advirtió de que en las sucursales es donde se vende a los clientes los productos de mayor valor añadido, si bien reconoció que a través de la banca móvil también se están vendiendo productos de alto valor.

En relación con el número de trabajadores afectados, el consejero delegado del banco se limitó a apuntar que será aproximadamente un 5% de la plantilla, mientras que en el caso de las oficinas representaría cerca de un 10%, unas 450 sucursales de las 3.500 que tiene el banco.

En cualquier caso, el número dos de la entidad financiera reiteró que se cerrarán oficinas pequeñas y que “no abandonamos ninguna de las localidades en las que estamos actualmente”, que son unas 2.214.

Por último, el directivo de la entidad avanzó que el banco invierte al año unos 3.000 millones de euros en la mejora del software, de los cuales el 10% o el 15% corresponde a nuevos desarrollos.