Según el informe publicado este jueves, en el primer trimestre de 2016, el porcentaje de líderes empresariales que se declararon optimistas sobre la evolución de la economía española en el corto plazo, alcanzó el 42%, por encima del 21% que se considera pesimista.

Este dato supone 19 puntos menos que en el trimestre anterior, cuando el optimismo alcanzó el 61% y sólo un 11% se mostró preocupado.

Si a finales del año pasado España era la economía con unas mejores perspectivas entre las cuatro grandes de la Eurozona, en el comienzo de 2016 cayó al tercer puesto.

El estudio, que recoge las impresiones de más de 2.500 empresarios en 36 países (100 en España), señaló la incertidumbre económica como el principal obstáculo para el crecimiento de las empresas españolas medianas y grandes.

Un 59% de los directivos lo mencionó, por delante de otras preocupaciones como la baja demanda (43%) o las trabas de la regulación y la burocracia (40%).

La caída del optimismo sobre la economía nacional no afecta por el momento a las previsiones de los directivos sobre los principales indicadores de sus empresas. Los balances de perspectivas son positivos tanto en facturación, como en beneficios y en exportaciones.

“Pese a las percepciones más negativas, se mantiene una coyuntura bastante positiva para el crecimiento de las empresas. Los vientos macroeconómicos siguen siendo favorables tanto para España como para el resto de la zona euro con elementos como el crudo barato, los tipos bajísimos, las políticas fiscales expansivas o la mayor fluidez del crédito”, concluyó el director Económico de Grant Thornton, Álvaro Sanmartín.