En una entrevista a la Cope recogida por Servimedia, Fernández se defendió de las críticas de quienes discuten el carácter público del monumento y aseveró que desde el punto de vista jurídico y legal “es indiscutiblemente de la Iglesia católica, por eso sigue viva”.

También señaló que las cuentas son “transparentes” y que el Ayuntamiento de la ciudad no aporta nada a su mantenimiento y que lo recaudado se destina principalmente a su mantenimiento y a obras sociales y de caridad, como el millón y medio de becas universitarias destinadas a afectados por la crisis.