Rajoy se expresó así en la rueda de prensa que ofreció en el Palacio de la Moncloa para dar cuenta de su reunión con Puigdemont, que se prolongó durante algo más de dos horas y que fue el primer encuentro entre ambos líderes tras el nombramiento del presidente catalán en enero.

“Mi obligación era cumplir y hacer cumplir la ley y lo haré, le he dicho que sin ley no hay democracia”, subrayó Rajoy para constatar que las posiciones de ambos dirigentes son "distintas” y “diferentes” pese a que, admitió, la reunión transcurrió “en términos muy correctos” y “con absoluta normalidad”.

Rajoy insistió en su firmeza en la defensa de “la unidad de España” y “la soberanía de los españoles”. “Después de que él explicara su posición, le he explicado cuál es la mía y nosotros somos partidarios de que Cataluña es España”, defendió para insistir en que “lo que sea España lo deciden todo los españoles seas quienes sean”.

“Puigdemont dice que es preciso hacer una consulta y yo le dije que no estaba de acuerdo en privar a los españoles de decidir el derecho a decidir sobre su país, es lo que creo y tengo la obligación de defender”, remarcó el presidente del Gobierno en funciones.

Con todo, reconoció como positivo que Puigdemont solicitara el encuentro pero insistió en que “siempre” está “dispuesto al diálogo y a trabajar en todos los asuntos que necesiten de colaboración”.

“HAY VOLUNTAD”

El jefe del Ejecutivo en funciones anunció, en este sentido, que ambos dirigentes acordaron que la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, tratará "diferentes asuntos como traspasos pendientes y distintas inversiones" con el vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Oriol Junqueras. "Lo importante es que hay voluntad de qué se puede hacer", afirmó.

“Hay temas en los que nos podremos poner de acuerdo, hay grandes asuntos que nos afectan a todos”, dijo para citar el tema de los refugiados y el futuro modelo de financiación autonómica. “Es imprescindible y absolutamente necesario llegar a un entendimiento”, dijo para avisar que “malo sería que no estuviéramos capaces de hacerlo”.

Preguntado por si esta nueva vía de trabajo implica un desbloqueo en las relaciones bilaterales, subrayó que en Cataluña viven 7 millones de personas que tienen sus problemas y que su “obligación” es “intentar hacer cosas en beneficio de los ciudadanos”.

Sobre si hay “diferencias” entre su relación con Puigdemont y con el expresidente catalán Artur Mas, rechazó entrar en “temas personales”. “Las relaciones personales hay que intentar preservarlas, las relaciones personales y la ley”, comparó.

Rajoy, que nunca comparece en rueda de prensa tras reunirse con presidentes autonómicos, justificó que salió porque “era un buen momento para salir en rueda de prensa”. “Espero que nadie me lo reproche”, dijo entre bromas tras las críticas que ha recibido esta legislatura por no comparecer ante los medios de comunicación. “Ha venido Puigdemont, es la primera que viene a Moncloa y ha planteado temas no menores”, dijo.

Rajoy, que regaló a Puigdemont una edición de 'El Quijote', reconoció que habló con Puigdemont “de la judicialización de la política”. “No se puede hacer política sin cumplir la ley” y reclamó que ambas partes hagan “un esfuerzo” porque la Generalitat de Cataluña ha presentado 49 recursos contra el Estado y el Estado 29 contra la Generalitat.

Sobre la situación política en general, a pocos días para que si no hay acuerdo se disuelvan las Cortes y se convoquen elecciones el 26 de junio, se limitó a señalar que le expresó su posición "conocida" en este sentido.