En una entrevista concedida a Servimedia, Álvarez apuntó que le gustaría que esta reunión “sirviera para que vivamos en un país normal en el que los representantes políticos de las instituciones se reúnen y debaten”.

Sin embargo, agregó que “no se puede esperar nada de una reunión entre un presidente del Gobierno en funciones a las puertas de un proceso electoral, y un presidente de la Generalitat que viene a hablar de su libro y poco más”.

Por otro lado, aunque aseguró que durante su mandato al frente de UGT huirá de “cualquier participación” en un proceso de consulta en Cataluña, ya que “no es una tarea fundamental del sindicato”, sí que se mostró dispuesto a involucrarse si así pudiera facilitar una solución a la situación actual.

“Este tema no forma parte de las prioridades del sindicato, pero más allá de eso, si puedo ayudar a que Cataluña y España se entiendan, estaré encantado”, dijo el líder de UGT.

En este sentido, sostuvo que la relación entre España y Cataluña “no mejorará hasta que los insultos de uno a otro no tengan rentabilidad electoral”.

“Los ciudadanos tenemos que tener la convicción de que el encaje territorial sólo va a ser a partir del entendimiento y el diálogo”, continuó Álvarez, quien denunció que en la relación entre ambas instituciones “hay demasiadas proclamas y poco diálogo”.

Asimismo, lamentó que la sociedad no ha sido “capaz de entender hasta qué punto este tema nos desgasta”. “Perdemos energías y no aporta nada positivo, y además hace daño a España y a Cataluña”, advirtió Álvarez, quien concluyó subrayando que se podría avanzar “si nos dedicáramos un poco más a pensar con la cabeza y no a hablar con las vísceras”.