Lo explicó en rueda de prensa después de una hora y media de reunión con Puigdemont, en la que le pidió que la Generalitat "no se quede al margen" del proceso de reformas que considera necesarias para toda España.

En ese proceso Rivera incluye la reforma de la ley de financiación autonómica y de la Constitución para impulsar "un nuevo proyecto común para España" que asegure los recursos y clarifique las competencias evitando conflictos.

También un plan nacional de infraestructuras para dar prioridad a las productivas con cuota de retorno, como es el corredor mediterráneo, demandado también desde la Generalitat de Cataluña y la Valenciana.

Son asuntos en los que le gustaría "ir de la mano" con la Generalitat y que se comprometió a defender en todo caso desde el Congreso de los Diputados, tanto si Ciudadanos accede al Gobierno como si ejerce la oposición.

Rivera celebró poder definir los puntos de acuerdo con Puigdemont y también poder discrepar "con normalidad", por ejemplo al decirle claramente que Ciudadanos nunca apoyará la independencia de Cataluña ni su ruptura con España.

Según explicó, en la reunión le dijo que la hoja de ruta soberanista es "una vía muerta" que no conduce "a ningún sitio" salvo a la confrontación, a la tensión y a ninguna solución para los problemas de los ciudadanos.

Rivera quiere mantener una relación institucional normalizada con todos los presidentes autonómicos, "en especial" con el de la Generalitat por la "preocupación" que genera el proceso soberanista.