En una nota de prensa tras conocer los datos de inflación correspondientes al mes de marzo, el sindicato asegura que el IPC refleja una situación económica "débil y de bajo consumo que obedece a las dificultades de las familias".

"Esta atonía del consumo es fruto a su vez de la desconfianza de los ciudadanos ante una situación política de indefinición, con un Gobierno en funciones, y de la falta de seguridad en una recuperación económica que no perciben", señala el UGT.

Por ello, el sindicato reclama una política de crecimiento salarial real, de las pensiones y del Salario Mínimo Interprofesional, así como de la cobertura de los desempleados, con el objetivo de mejorar las rentas de las familias.

Por último, UGT considera "fundamental" un plan de choque para el empleo, capaz de generar trabajo con derechos, y buscar mecanismos de acceso a la jubilación para los parados de larga duración de más de 55 años, así como fórmulas de acceso al mundo laboral para los jóvenes.