Ante los parlamentarios socialistas, el líder del PSOE pidió “públicamente” al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que “desbloquee la situación” política actual, para que “juntos” puedan “poner fin al Gobierno de la vergüenza” que, a su juicio, representa el actual Ejecutivo que preside Mariano Rajoy.

“Lo que es malo para España es la continuidad de Rajoy y, lo peor, es dar una segunda oportunidad a Rajoy para que siga como presidente del Gobierno”, expresó Sánchez ante más de un centenar de diputados y senadores del PSOE.

El secretario general del PSOE, que fue recibido con aplausos por los parlamentarios socialistas puestos en pie, pidió a Iglesias, ante la “hora límite” que vive la política española, que “se decida por el gobierno del cambio, a favor de la unión de las tres fuerzas (PSOE-C'S y Podemos), y que evite las elecciones”.

En concreto, reclamó a Podemos que "abandone los vetos y los sillones" y a Ciudadanos que "abandone las líneas rojas", para que se pueda lograr “el cambio que merecen los españoles".

SIN VETOS NI LÍNEAS ROJAS

Además, Sánchez pidió a Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, y a Iglesias que dejen a un lado “los vetos y las líneas rojas”, porque “juntos” pueden conformar el gobierno del cambio.

Sánchez mantuvo como eje de su discurso la petición a Iglesias de que apoye su investidura y, de hecho, le pidió que explique qué cuestiones del acuerdo con C’s no comparte, para evidenciar que son muchas las cuestiones que les unen, como a su juicio se está demostrando en el desarrollo de la actividad parlamentaria, donde pueden tomar decisiones de manera conjunta.

En esta línea, le dijo directamente a iglesias que “a lo mejor” él vive “mejor con Rajoy como presidente del Gobierno”, pero que sus millones de votantes “seguro que viven peor con Rajoy como presidente”.

NADA CON EL PP

El líder del PSOE quiso aclarar, y para ello empleó un tono más contundente, que “con el PP no hay acuerdo posible”, porque "nos separan sus políticas que han traído la desigualdad y la falta de ejemplaridad", y dijo que “la única opción es la alianza entre las tres fuerzas políticas del cambio”.

El líder del PSOE también lanzó un mensaje a los que criticaron de antemano sus opciones para llegar al Gobierno. “Dije que no sería presidente a cualquier precio y yo cumplo lo que digo”, comentó. “Ahora callan los que me acusaron de que sería presidente con los independentistas y los que me acusaban de que haría la gran coalición”.

Sin tratar ninguna otra cuestión en su discurso que la situación política actual, ante la posibilidad de que se convoquen unas nuevas elecciones tras el plante de Podemos al PSOE y C’s, Sánchez aseguró que hasta el final defenderá “con pasión la unión de las tres fuerzas del cambio”.

En sus continuas apelaciones a Iglesias, el líder socialista señaló que “llegó la hora de tomar una decisión” y de que se unan las tres fuerzas políticas “o dar una segunda oportunidad a Rajoy”. Por ello, pidió a Iglesias que “cuando tome la decisión, mire lo que nos dijeron las urnas”.

También se defendió de los “insultos” que ha recibido en estos 110 días de legislatura, como cuando el PP le llamó ‘Judas’ o cuando Iglesias dijo que los socialistas tienen las “manos manchadas de cal viva”. “Nunca me explicaré el odio y el rencor que tiene Pablo Iglesias al PSOE”, indicó.

“Mi mano sigue tendida, yo no me rindo, tendrán en mí un aliado para lograr el cambio”, concluyó Sánchez ante sus parlamentarios en su primera intervención pública desde que Podemos diera el plante a la negociación entre PSOE y C’s.