El Polo Norte tenía veranos sin hielo hace entre 6 y 10 millones de años

MADRID
SERVIMEDIA

Los veranos del Polo Norte estaban completamente libres de hielo hace entre 6 y 10 millones de años, con temperaturas de la superficie central del océano Ártico de entre cuatro y nueve grados centígrados, en tanto que en el resto del año estaba cubierto por hielo marino de grado variable.

Ésta es la principal conclusión de un estudio realizado por un equipo internacional de científicos dirigido por el Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina (AWI), de Alemania, a partir de muestras de sedimentos únicos recogidas de la cresta de Lomonosov (una cordillera submarina situada en medio del Ártico) en un expedición con el rompehielos Polarstern en el verano de 2014.

El estudio, publicado en la revista ‘Nature Communications’, fue dirigido por el geólogo Ruediger Stein, quien explicó que “el hielo marino del Ártico es un componente muy crítico y sensible en el sistema climático global”, de ahí que sea “importante para entender mejor los procesos que controlan cambios presentes y pasados en el hielo marino”.

“En este contexto, uno de los objetivos de nuestra expedición era recuperar núcleos de sedimentos largos del Ártico central, que se pueden utilizar para reconstruir la historia de la cubierta de hielo marino del océano en los últimos 50 millones de años. Hasta hace poco, muy pocos núcleos representativos de estos sedimentos antiguos estaban disponibles y, por lo tanto, nuestro conocimiento del clima y de la capa de hielo marino del Ártico varios millones de años atrás es todavía muy limitado", dijo.

Los científicos encontraron un lugar ideal para la recuperación de los núcleos de sedimentos en la vertiente occidental de la cordillera de Lomonosov, que debió haber experimentado desprendimientos recurrentes en el pasado.

Al cabo de dos días, Stein y su equipo cogieron 18 núcleos de sedimentos de esa zona de la cordillera de Lomonósov a bordo del buque de investigación Polarstern. Aunque los núcleos de sedimentos recuperados fueron sólo de cuatro a ocho metros de largo, uno de ellos resultó ser precisamente uno de esos ‘archivos climáticos’ que los científicos habían estado buscando desde hace mucho tiempo.

"Con la ayuda de ciertos microfósiles, los llamados dinoflagelados, fuimos capaces de establecer de forma inequívoca que la parte inferior de ese núcleo se compone de sedimentos de aproximadamente seis a ocho millones de años, trazando así su historia geológica a finales del Mioceno. Con la ayuda de los llamados ‘indicadores del clima o proxies', esto nos dio una oportunidad única para reconstruir las condiciones climáticas en el océano Ártico central durante un período de tiempo en el que había disponible información muy vaga y contradictoria", explicó.

BIOMARCADORES

Algunos científicos opinaban que el Ártico central ya estaba cubierto con un denso hielo marino permanente hace entre seis y diez millones de años, más o menos en la misma medida que en la actualidad. Los resultados de la investigación dirigida por Stein contradicen esta hipótesis. "Nuestros datos indican claramente que hace entre seis a diez millones de años el Polo Norte y el centro de todo el océano Ártico, de hecho, estuvieron libres de hielo en el verano", apuntó.

Esta afirmación se basa en estudios de compuestos orgánicos (los llamados biomarcadores) que fueron producidos por ciertos organismos que vivieron en el Ártico en ese momento y que se han conservado en los depósitos de sedimentos. Los investigadores fueron capaces de extraer dos grupos de marcadores a partir de los sedimentos.

"El primer grupo de biomarcadores se deriva de algas carbonosas que viven en la superficie del agua, es decir, necesitan aguas abiertas y, al ser plantas, dependen de la luz. Puesto que la luz del sol en el océano Ártico central está disponible sólo durante los meses de primavera y verano y está oscuro el resto del tiempo, los datos derivados de estas algas carbonosas nos proporcionan información sobre las condiciones del agua superficial durante el período de verano", apuntó Stein.

Estas algas carbonosas producen diferentes compuestos de biomarcadores en función de la temperatura del agua, de manera que los científicos concluyeron que la temperatura superficial del agua en el Polo Norte fue de entre cuatro y nueve grados centígrados en el Mioceno tardío. “Debido a que estos valores están muy por encima de cero, es una indicación clara de que existían condiciones libres de hielo en el veraño”, recalcó Stein.

El segundo grupo de biomarcadores señala que el Ártico no estuvo libre de hielo todo el año. Se trata de diatomeas (algas unicelulares) que viven específicamente en el hielo marino del Ártico. "Con la combinación de nuestros registros de datos de temperatura superficial del agua y del hielo marino ahora somos capaces de demostrar por primera vez que hace entre seis a diez millones de años el océano Ártico central estaba libre de hielo en verano. En la primavera y el invierno precedentes, por el contrario, el océano estaba cubierto por el hielo marino. La cubierta de hielo estacional que rodea el Polo Norte debe haber sido similar a la de los mares marginales del Ártico en la actualidad", subrayó Stein.

Pese a los hallazgos de la investigación, los científicos precisan que hay que dar otros pasos importantes. "Mientras nuestros nuevos núcleos de sedimentos nos den una visión inicial inimaginable en la historia del clima temprano del Ártico, estos registros climáticos son todavía muy incompletos. Con el fin de desentrañar por completo el gran misterio de la historia del clima del Ártico en los últimos 20 a 60 millones de años, necesitamos mucho más tiempo y secuencias de sedimentos continuos que sólo pueden obtenerse mediante la perforación”, concluyó Stein.

(SERVIMEDIA)
08 Abr 2016
MGR