La cita, según confirmaron a Servimedia fuentes socialistas, será al mediodía en la sede de la Generalitat de Cataluña.

Se trata de la primera reunión entre ambos dirigentes políticos desde que Puigdemont fuera investido president el pasado 10 de enero. También es la primera que mantiene el presidente catalán con un político nacional.

Al término de la misma se esperan declaraciones de Sánchez y de la portavoz del Gobierno catalán, Neus Munté.

DIÁLOGO Y 23 PUNTOS

El líder socialista siempre ha mantenido su disponibilidad a reunirse con el dirigente independentista para abordar, desde el diálogo, lo que considera una “crisis” en Cataluña por el desafío soberanista. Sánchez apuesta por “normalizar” las relaciones.

Cinco días después de la elección de Puigdemont, los dos políticos hablaron por teléfono. La conversación, según fuentes socialistas, fue cordial y duró unos 20 minutos, lo mismo que la mantenida también previamente por el presidente catalán con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que fue con el primer dirigente estatal con el que mantuvo un contacto.

Tanto Sánchez como Puigdemont acordaron entonces restablecer los canales de comunicación y diálogo entre las instituciones y mantener el contacto. El líder socialista mantiene que la “solución” pasa por una “reforma federal de la Constitución que resuelva la crisis catalana”.

Y para empezar este diálogo se ha mostrado partidario de recuperar las 23 reivindicaciones que el expresidente de la Generalitat Artur Mas trasladó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado verano.

PROBLEMAS COMPARTIDOS

Para Sánchez, es “prioritario” resolver los problemas que comparten catalanes y el conjunto de España, como son la lucha contra el paro, la desigualdad y la regeneración de las instituciones.

De hecho, en el reciente debate de investidura el candidato socialista trasladó a Democràcia i Llibertat (DiL) la posibilidad de “tender puentes” con la Generalitat de Cataluña, y dijo que los socialistas están “dispuestos a hablar de todo” si los soberanistas abandonan la senda de situarse “fuera de la ley”.

“Tenemos la voluntad, la determinación y la voluntad de tender puentes con la Generalitat, abrir procesos de diálogo, de reforma y de apoyo, pero no lo podemos hacer saltándonos la legalidad democrática, la Constitución y el Estado”, indicó.