Este organismo es uno de los cuatro en el mundo que utilizan mediciones terrestres y con satélites para calcular la temperatura media del globo. Los otros son la Oficina Meteorológica del Reino Unido (Met Office), la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, de Estados Unidos) y la Agencia Meteorológica de Japón (JMA, por sus siglas en inglés). Las diferencias de los datos de estas instituciones suelen ser mínimas.

Según la NASA, el pasado febrero concluyó con una temperatura media de la superficie del planeta de 1,35ºC más sobre lo normal en el periodo 1951-1980, lo que supone el mayor aumento mensual desde 1880.

De esta forma, la Tierra encadena cinco meses con anomalías térmicas mensuales superiores a 1ºC: 1,06 en octubre; 1,02 en noviembre y 1,11 en diciembre del año pasado, y 1,13 en enero y 1,35ºC en febrero de 2016.

Y en el último trimestre (de diciembre de 2015 a febrero de 2016) se rebasó por primera vez la frontera de 1ºC más de lo normal desde que la NASA recopila datos, con un aumento térmico de 1,20ºC.

Por otro lado, la Agencia Meteorológica de Japón también ha publicado sus últimos datos mensuales, que indican que la temperatura media de la superficie mundial el pasado febrero fue 0,62ºC superior al promedio entre 1981 y 2010, y 1,04ºC por encima de la media del siglo XX.

En su informe mensual, recogido por Servimedia, el organismo japonés señala que esta anomalía térmica coloca a febrero de 2016 como el más caluroso desde que inició su propio registro histórico en 1891 y apunta que la temperatura media de la superficie del planeta ha aumentado a un ritmo de aproximadamente 0,78ºC por siglo.

En cuanto a España, febrero tuvo un carácter cálido, con una temperatura media de 9,3ºC, lo que supone 0,8ºC más respecto a la media de entre 1981 y 2010, el duodécimo febrero más caluroso en el país desde 1965 y el cuarto en de este siglo XXI, sólo por detrás de los de 2008, 2007 y 2012, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).