El Gobierno no dará “ni un paso atrás” en la ayuda al desarrollo

MADRID
SERVIMEDIA

Soraya Rodríguez, secretaria de Estado de Cooperación Internacional, subrayó que el mensaje del Gobierno respecto a la ayuda al desarrollo es el de “ni un paso atrás”, pese a la crisis.

Así lo expuso durante la inauguración de la “Conferencia sobre la Crisis Global y las Políticas Internacionales de Desarrollo” organizada por la Confederación Sindical Internacional (CSI) y en la que participaron Marcos Peña, presidente del Comité Económico y Social, Julio Salazar, secretario general de USO, Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO, Cándido Méndez, secretario general de UGT y Guy Ryder, secretario general de CSI.

Rodríguez señaló las tres prioridades de la Presidencia española en políticas para el desarrollo: alcanzar los Objetivos del Milenio desde un “análisis realista”, que la ayuda sea eficaz y lograr la financiación de la ayuda.

Respecto a este último punto, aseguró que se podría obtener la financiación necesaria a través de un mayor control de los capitales y a través de una mejor distribución de la renta en los países a los que se destinan la ayuda.

La secretaria de Estado de Cooperación Internacional señaló también que “hemos perdido la batalla” ya que el debate ya “no está en la enfermedad que dio origen a la crisis”.

Por su parte, Cándido Méndez recalcó que hay “tres fracasos que se deducen” de la crisis: el institucional, el intelectual y el moral.

Fernández Toxo afirmó que hay que “evitar que la crisis se convierta en coartada para el retroceso en derechos laborales y calidad de empleo”.

Mientras, Marcos Peña indicó que la crisis había provocado dos desequilibrios; la pérdida del valor del trabajo” y encontrarnos ante “efectos globales y gobernanzas locales”.

Por último, Guy Ryder destacó que la crisis, además de un “fracaso moral es un fracaso del modelo neoliberal”, si bien apuntó a la necesidad de aprovechar las “oportunidades de construir nuevos modelos de desarrollo más justos y más sostenibles”.

No obstante, advirtió que “la resistencia a las reformas financieras es cada vez más fuerte”.

Un obstáculo que encontrarán en su propuesta para que se instaure un impuesto internacional sobre las transacciones financieras. Un impuesto que el secretario general de CSI concretó en el 0,05% aunque podría modularse.

(SERVIMEDIA)
16 Mar 2010
JOD/lmb