Delibes. Miles de ciudadanos dan su último adiós a Miguel Delibes en la catedral de Valladolid

- El administrador diocesano despide al escritor con una homilía cargada de esperanza en su encuentro con Dios y en la que destaca su humanismo cristiano

VALLADOLID
SERVIMEDIA

Miles de ciudadanos dieron hoy su último adiós a Miguel Delibes en la catedral de Valladolid, la tierra que le inspiró y que le vio nacer. Las puertas y alrededores del templo estaban abarrotadas con las mismas muestras de cariño que flanquearon al cortejo fúnebre que salió pasadas las 12.00 horas de la plaza Mayor.

La comitiva transcurrió por la calle Ferrari y Cánovas del Castillo hasta la seo, donde era imposible acceder por la puerta principal y donde esperaban el féretro las principales autoridades de la Junta de Castilla y León, Ayuntamiento de Valladolid y Diputación.

Los encargados de trasladar hasta el interior el féretro volvieron a ser sus nietos, donde fue recibido por una decena de sacerdotes y por el canto del Coro Diocesano de la Catedral.

En el altar, presidieron el funeral las dos coronas de flores enviadas desde la Casa Real, otra del Ayuntamiento y una cuarta de la familia, ya que fue imposible introducir todas las que fueron llegando a lo largo del día de ayer y de esta mañana, ya que la iglesia, en un principio a medio llenar, quedó abarrotada, hasta alcanzar unas 3.000 personas.

La homilía fue oficiada por el administrador diocesano, Félix López Zarzuelo, quien recordó la importancia de Delibes como escritor y como persona. Así, explicó a la familia que el “misterio del ser humano” congregaba a familiares y amigos, a ciudadanos que querían sumarse al dolor y la esperanza, a todos juntos para que una “persona tan excepcional se encuentre con los brazos acogedores de Dios”.

“En esta aflicción no estáis solos”, les dijo, para transmitirles que el pésame de los ciudadanos sale de lo hondo de la esperanza, no sólo ciudadanos de Valladolid, sino “de España entera y de la ancha comunidad de hispanohablantes que lloran hoy la pérdida”, de un Delibes del que destacó su humanidad, profesionalidad y humanismo cristiano.

VALORES CRISTIANOS

En este punto, López Zarzuelo dijo que hoy la sociedad tiene “una deuda impagable” con el novelista, por ser maestro de periodistas, por su trabajo como escritor y su capacidad humana, y recordó su “humanismo cristiano” que se refleja a lo largo de su obra.

Tras el emotivo funeral, los restos de Delibes fueron de nuevo portados por su nietos hasta la plaza de la catedral, donde se escuchó un sonoro, triste y cálido aplauso, en memoria de un escritor y vecino, que deja un vacío.

Después, el cuerpo del escritor fue incinerado en la más estricta intimidad y enterrado en el Cementerio del Carmen, donde descansan los restos de su querida Ángeles, con quien se fue ya una parte de Delibes.

Tras el funeral, Miguel Delibes de Castro, uno de sus hijos, agradeció a todos los ciudadanos las muestras de cariño recibidas en las últimas 30 horas y a quienes se acercaron para despedirse de su padre, del que dijo que le hubiera gustado observar cómo le quería la gente y que en los últimos años pasó sus días con la vista más puesta en la otra vida que en ésta.

(SERVIMEDIA)
13 Mar 2010
MAG/lmb