El CICR acogió con beneplácito esta liberación internacional y exhortó a fortalecer el respeto de su labro y de su personal en Afganistán. Esta organización indicó en un comunicado que los cinco colaboradores fueron secuestrados mientras se dirigían a realizar una evaluación con el fin de asistir a las comunidades afectadas por el conflicto que residen en el distrito de Waghaz, en Ghazni.

“Saber que nuestros cinco colegas están libres e ilesos nos llena de alivio", dijo Jean-Nicolas Marti, jefe de la delegación del CICR en Kabul, quien añadió: "Deseamos agradecer a todas las personas que ayudaron a resolver la crisis con rapidez".

Por otro lado, Marti instó a todas las partes en el conflicto a “fortalecer el respeto de la labor humanitaria del CICR en todo el país”. “Se debe permitir que nuestro personal trabaje en condiciones seguras. Estamos examinando las condiciones de seguridad en Ghazni junto con todas las partes en el conflicto y esperamos recibir nuevas garantías de seguridad que nos permitan reanudar nuestra labor en la provincia cuanto antes", añadió.

El CICR está presente en Afganistán desde 1987, con la finalidad de prevenir violaciones del derecho internacional humanitario, proteger a los detenidos y proveer agua, saneamiento y medios de subsistencia a los civiles afectados por el conflicto.

Asimismo, esta organización restablece el contacto entre familiares que han sido detenidos o han quedado separados a raíz del conflicto, asiste a personas heridas y con discapacidad, y presta apoyo a las instalaciones de salud del país.