Tras afirmar que “no me gusta dar lecciones” y destacar que Barberá no está imputada, reiteró que la exalcaldesa de Valencia “debería renunciar al aforamiento, si cree en su inocencia”.

Cifuentes, que compareció por primera vez ante los medios de comunicación tras ser designada ayer presidenta de la Comisión Gestora del PP de Madrid, en compañía del secretario general de la misma gestora, Juan Carlos Vera, dijo que lo hace en la sede del partido en Getafe, “en el corazón del sur, iniciando así un recorrido por nuestras sedes en toda la Comunidad, con el objetivo de recuperar el protagonismo de los militantes, el dinamismo del partido y la cercanía con los madrileños”.

Agradeció a Mariano Rajoy el nombramiento y dijo que asume esa “responsabilidad en un momento que probablemente sea el más difícil de la ya larga historia de mi partido”.

Señaló que son momentos “difíciles por los casos de corrupción que han protagonizado algunos miembros del PP, y que a todos nos avergüenzan”, porque “se han quebrado muchos de los lazos que nos unían con la sociedad, y eso se ha traducido en una notable pérdida de apoyo electoral y por el vacío de poder y la situación de interinidad que podrían derivarse de las recientes dimisiones de la presidenta y del secretario general del PP de Madrid”.

Afirmó que ha aceptado por “compromiso con los militantes, muchos de los cuáles me han pedido expresamente que asuma ya esta responsabilidad y con el PP porque es el momento de dar un paso al frente, con la cabeza bien alta, de luchar sobre el terreno por nuestros ideales, y no de pasos atrás ni de retiradas en tiempos difíciles”.

Añadió que también ha aceptado “por compromiso con la regeneración democrática, porque no puede demorarse ni un minuto la incorporación a la vida del partido de los estrictos códigos éticos que ya estamos llevando a la práctica en los ámbitos en los que gobernamos”.

“Hoy empieza una nueva etapa en el PP de Madrid”, manifestó Cifuentes, quien destacó que el partido “tiene que recuperar desde hoy mismo la confianza perdida a lo largo de los años, por el efecto de casos de corrupción intolerables”.

También habló de la necesidad de “recuperar la credibilidad cuestionada por quienes piensan que esos casos de corrupción nos inhabilitan para llevar a cabo una gestión eficaz en beneficio de los ciudadanos”.