En la presentación de las actividades de esta edición, Colau zanjó las dudas sobre los supuestos recelos de su Gobierno a acontecimientos como éste, del que dijo que "Barcelona quiere ser más que una anfitriona".

Puntualizó que "la innovación tecnológica es u na oportunidad para hacer avances más allá de la telefonía móvil, como el social, el educativo y el medio ambiental", y así "aprovechar al máximo este congreso".

La alcaldesa auguró que ésta será la mejor edición del Congreso, con más de 95.000 participantes y unos réditos de 40 millones para la ciudad, y añadió que hay que transformar el liderazgo económico en liderazgo social, para que los beneficios redunden en toda la ciudadanía y todos los barrios.

"Queremos que este congreso tenga un marcado carácter social. Por este motivo, hemos trabajado para realizar un diagnóstico de la brecha digital", avanzó. Además, subrayó que el Ayuntamiento firmará un acuerdo con la Mesa del Tercer Sector "para poner la tecnología al servicio del bienestar de las personas" y que introducirá cláusulas sociales y medioambientales en la contratación municipal.