La directora ejecutiva de Unicef, Ann Veneman, definió a Messi como “una superestrella del fútbol, que puede centrar la atención pública sobre los niños más vulnerables e invisibles”.

Según destacó, “sus logros como jugador son conocidos por todo el mundo, pero es su determinación de utilizar su fama para apoyar a los niños en situación más vulnerable lo que le ha llevado a conseguir ser nombrado embajador de buena voluntad de Unicef.

Por su parte, Messi declaró que "el fútbol me ha dado muchas alegrías y oportunidades” y aseguró sentirse “agradecido a Unicef por esta oportunidad para apoyar a la infancia”.

En su intervención, el presidente del F.C. Barcelona, Joan Laporta, afirmó que “es un gran honor para el Barça que uno de nuestros jugadores, que representa los valores de nuestro club y que ha jugado en nuestro fútbol base desde que tenía 13 años, se convierta hoy en embajador de Unicef”.