HRW acusa a Rusia y Siria de ataques diarios con bombas de racimo en la guerra siria
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Human Rights Watch (HRW) denunció este lunes que las fuerzas rusas y sirias han intensificado su ofensiva en el conflicto de Siria con el lanzamiento de bombas de racimo, que están prohibidas internacionalmente, hasta el punto de que ha documentao 14 ataques de este tipo en cinco provincias desde el pasado 26 de enero, en los 37 civiles murieron (entre ellos seis mujeres y nueve niños) y varias decenas resultaron heridos.
Esta ONG de derechos humanos instó al Grupo Internacional de Apoyo a Siria (GIAS), formado por 17 países y tres organizaciones y que se reunirá el próximo 11 de febrero, a proteger a los civiles y a tomar medidas para acabar con los ataques indiscriminados, incluso con bombas de racimo.
Nadim Houry, subdirector para Oriente Medio de HRW, indicó que “cualquier solución” de la crisis siria pasa por “hacer frente” a los ataques indiscriminados y que un buen punto de partida sería el compromiso de Rusia y de Siria de detener el lanzamiento de municiones de racimo.
Según HRW, el reciente aumento en el uso de bombas de racimo se ha producido en el marco de la acción militar conjunta de Rusia y Siria para controlar las gobernaciones de Alepo, Damasco, Idlib, Homs y Hama.
Human Rights Watch señaló que la reciente ofensiva en torno a Alepo ha obligado a al menos 20.000 personas a huir hacia la frontera turca y que al menos siete ataques también se llevaron mientras se celebraban las conversaciones de paz de Ginebra (Suiza), que se suspendieron el pasado miércoles.
En los 14 casos documentados, HRW entrevistó tanto al menos una fuente local que fue testigo del ataque o sus consecuencias inmediatas, e identificó el tipo de munición en racimo utilizado por la revisión de fotografías o vídeos. El número de víctimas se extrae de listas de nombres prestados por personal médico, personal de respuesta local y periodistas.
No obstante, HRW recalcó que el número real de ataques con municiones de racimo es probablemente más alto, puesto que activistas locales informaron de al menos ocho ataques más desde el pasado 26 de enero, pero la ONG no pudo confirmarlos al no hablar con testigos.
POR AIRE Y POR TIERRA
Las municiones de racimo pueden ser lanzadas vía terrestre por sistemas de artillería y cohetes o desde el aire por un avión, y contienen múltiples submuniciones más pequeñas. Un total de 118 países las han prohibido por los daños que causan en el momento del ataque y porque a menudo las submunicipones no explotan y ponen en peligro a civiles y militares por igual.
HRW explicó que las municiones de racimo normalmente estallan antes de tocar la superficie y dispersan decenas o incluso cientos de pequeñas cargas explosivas en un área del tamaño de un campo de fútbol, pero las submuniciones a menudo no detonan con el primer impacto, convirtiéndose así en minas terrestres que representan una amenaza hasta que son despejadas y destruidas.
Dos tipos de municiones de racimo empleadas en esos ataques recientes fueron lanzadas desde el aire y otros dos desde tierra. Human Rights Watch no ha podido determinar si las que cayeron desde el aire fueron obra de aviones rusos o sirios, o de ambos.
Por otro lado, HRW documentó al menos 20 ataques de Rusia y Siria con bombas de racimo el pasado 30 de septiembre, cuando un avión ruso comenzó sus operaciones militares en territorio sirio, y el 14 de diciembre del año pasado.
(SERVIMEDIA)
08 Feb 2016
MGR/gja