Fernández de la Vega presidió en el Palacio de La Moncloa la toma de posesión de Monteira, que prometió su cargo y después posó junto a la vicepresidenta y con su antecesora en la Secretaría de Estado, Nieves Goicoechea.

Estaban también el antecesor de Goicoechea, Fernando Moraleda; los secretarios de Estado Octavio Granado y Consuelo Rumí; el director del Gabinete del presidente del Gobierno, José Enrique Serrano; el secretario general de Presidencia, Bernardino León, y demás cargos de los ministerios de Presidencia y de Portavoz.

Fernández de la Vega se refirió a Goicoechea y a Monteira como dos profesionales de la información con gran trayectoria y prestigio, que han demostrado su solvencia y valía en todos los puestos que han ocupado y que saben que democracia y comunicación son dos conceptos "indisolubles".

De Goicoechea subrayó el empeño con el que durante casi dos años ha intentado facilitar la labor de los medios de comunicación, su "enorme paciencia, gran profesionalidad, gran entrega y dedicación", a pesar de las "no pocas dificultades" y de los "desafíos" que ha sido capaz de superar. Le dio las gracias expresamente por "su talante profesional y humano", del que siempre ha dado constancia su equipo, y le deseó todo el éxito en la etapa que inicia.

A Monteira -"no estés tan serio", le dijo con una sonrisa- le advirtió de que tiene por delante una tarea "crucial" para coordinar la política informativa del Gobierno y garantizar una relación fluida con los medios de comunicación, y le invitó por ello a sumarse a una de las tareas en las que "más empeño" está poniendo su departamento: proporcionar "una información veraz y rigurosa" sobre la acción del Ejecutivo, aprovechando las nuevas tecnologías de la información.

No son momentos fáciles, le advirtió, el Gobierno está centrado en remontar las dificultades económicas y "enfilar con fuerza la recuperación", y en esa labor confía en Monteira para "comunicar con claridad y con transparencia la hoja de ruta" diseñada.