Infancia

El 55% de los menores con problemas derivados del mal uso de la tecnología no reciben atención psicológica

Madrid
SERVIMEDIA

El 54,9% de los menores de edad que tienen problemas derivados de un uso inadecuado de la tecnología no reciben atención psicológica, un guarismo que se eleva hasta el 60,1% en los casos en los que la problemática está relacionada con las TRIC (Tecnologías de la Relación, la Información y la Comunicación).

Así lo atestigua el estudio ‘Tecnología. Impacto en la infancia y la adolescencia en España, según su testimonio’, elaborado por el Centro de Estudios e Investigación de la Fundación ANAR, cuyas conclusiones presentó esta entidad este martes en su sede de Madrid en una rueda de prensa en la que estuvieron presentes su director técnico, Benjamín Ballesteros; su directora de Líneas de Ayuda, Diana Díaz; y su directora jurídica, Sonsoles Bartolomé.

Este informe analiza un total de 11.164 casos atendidos a través de las Líneas de Ayuda ANAR entre junio de 2023 y junio de 2024 con el objetivo, según comentó Benjamín Ballesteros, de “analizar el impacto del mal uso de la tecnología, de manera que se pueda conocer en profundidad estas preocupaciones de manera empírica para establecer entornos de protección adecuados”.

El propio Benjamín Ballesteros afirmó que “la tecnología es útil y necesaria; pero su mal uso puede incidir de forma muy importante en las problemáticas que afectan a los menores”, como lo acredita que en el 56,4% de los menores encuestados el uso inadecuado de las TRIC estaba implicado en el origen o en el agravamiento del problema que motivó la consulta en las Líneas de Ayuda ANAR.

En ese sentido, Diana Díaz explicó que el 38% de las situaciones de uso inadecuado están relacionadas con nuevas problemáticas, como el ciberacoso, el ‘ciberbullying’, la adicción a las tecnologías, el ‘grooming’ (adulto que se infiltra en las redes sociales para contactar con menores con una identidad falsa) y el ‘sexting’ no consentido (práctica que consiste en compartir imágenes de contenido sexual que se difunden a terceros sin consentimiento).

PERFIL DEL MENOR

El perfil más identificado en las consultas atendidas por la Fundación ANAR corresponde a niñas y adolescentes mujeres (63,8%), salvo en los casos de adicción a la tecnología, donde la incidencia entre varones es mayor (54,6%, un 9,2% más que entre las mujeres). La edad más frecuente es de 14 años, con un intervalo entre nueve y 16 años y una media de 12,5 años.

Del mismo modo, se observa una mayor incidencia en familias con un solo progenitor (58,3%) o en custodia compartida (60,1%), en comparación con los hogares en los que los chavales conviven con ambos progenitores.

También cabe destacar que en el 62,5% de los casos los chavales presentan un bajo rendimiento académico; mientras que el 56,4% de los menores expresa una baja satisfacción con su vida escolar.

PROBLEMAS DETECTADOS

Diana Díaz expuso que los problemas que la Fundación ANAR detecta en lo concerniente al uso inadecuado de las tecnologías se dividen en tres bloques: uno relacionado con la violencia, entre los que descuellan la pornografía y la prostitución (87,5%), la violencia de género (76,7%), la expulsión del hogar (64,1%) y el maltrato psicológico (60,8%); otro vinculado con la salud mental, entre los que destacan los problemas de conducta (64,2%), la ideación y/o el intento de suicidio (61,7%) y las autolesiones (54,5%). Los dos últimos parámetros se han multiplicado por 20 en los últimos años. En el tercer bloque, denominado ‘otros problemas’, se encuentran la presencia de las TRIC en las desapariciones (75,4%) y los problemas jurídicos (52%), como suplantación de identidad a través de la inteligencia artificial, amenazas o coacciones entre progenitores.

A pesar de ello, Diana Díaz alertó de que el 54,9% de los menores con problemas relacionados con el uso inadecuado de la tecnología no reciben ningún tipo de atención psicológica, una cifra se eleva hasta el 60,1% en los casos en los que la problemática está relacionada con las TRIC. “Se encuentran muy solos”, deploró.

A su vez, el documento indica que el 79,7% de los casos analizados por la Fundación ANAR presentan un nivel alto de gravedad y el 71,8% son considerados urgentes. A ello se añade que el 65,4% de estas situaciones se prolongan durante más de un año y en el 70,7% de los casos los hechos se repiten a diario.

Para hacer frente a esta realidad, la entidad ha intensificado su nivel de actuación, como lo evidencia que el 73,5% de los casos que atiende requieren orientación psicológica, jurídica y social simultáneamente.

LEGISLACIÓN Y RECOMENDACIONES

Por su parte, Sonsoles Bartolomé reseñó que “las tecnologías ofrecen un amplio abanico de posibilidades que los menores deben aprovechar, pero también riesgos” ante los que conminó a producir normas que protejan a los chavales y a garantizar la plena aplicación de las ya existentes, como el Reglamento de Servicios Digitales de la UE o la Ley Integral de Protección a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (Lopivi).

El documento elaborado por la Fundación ANAR también incluye un paquete de más de cien recomendaciones, entre las que sobresale la necesidad de que las familias establezcan normas claras sobre el uso de la tecnología, refuercen la comunicación y acompañen activamente a sus hijos en el entorno digital.

En el ámbito educativo, la entidad sugiere la importancia de impartir educación digital, social y afectivo-sexual desde edades tempranas, formar al profesorado en competencias tecnológicas actualizadas y que el Teléfono y Chat ANAR de Ayuda y Niños/as y Adolescentes estén presentes en todas las aulas, cumpliendo con lo contenido en el artículo 17 de la Lopivi.

En lo concerniente a las empresas tecnológicas, el estudio exige una mayor responsabilidad ética en el diseño de contenidos y mecanismos de recompensa, la puesta en marcha de canales de ayuda eficaces y que prioricen el interés superior del menor en todas sus decisiones.

El texto insta a las instituciones públicas a aprobar la ley orgánica para la protección de los menores en los entornos digitales, que acordó el Consejo de Ministros en su reunión de la semana pasada, y su aplicación efectiva, con un enfoque basado en derechos y participación infantil.

Al margen del contenido del estudio y preguntado por el caso de un menor con discapacidad acosado y agredido por sus compañeros en un instituto de Santander, Benjamín Ballesteros indicó que “no es un caso aislado”, lo que le permitió avanzar que la Fundación ANAR realizará un estudio sobre menores con discapacidad con el objetivo de “poner el foco en este sector de la población que corre riesgos”.

(SERVIMEDIA)
01 Abr 2025
MST/gja/man