En un acto compartido con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en París, el representante de la OCDE dijo que los refugiados “son portadores de esperanza”, al tiempo que señaló que, además de por “imperativo moral”, los países deben acoger a los demandantes de asilo para aprovechar las “ventajas” que puede ofrecer su buena inclusión.

Así, Gurría indicó que los refugiados “deben formar parte de la solución” de los “retos” a los que se enfrentan las sociedades actuales.

De esta manera, apostó por dotar de una “inversión sustancial” para garantizar apoyo inmediato a estas personas, tanto para instalarse como para adaptarse y desarrollar sus capacidades.

“Nuestro análisis demuestra los beneficios que una migración bien gestionada puede aportar a las economías y sociedades”, declaró el representante de la OCDE, mientras que Filippo Grandi, máximo dirigente de Acnur y que acompañó a Gurría en su intervención, alegó que se debe garantizar que los refugiados participen “de manera positiva y activa en el proceso de integración”.

En 2015 fueron más de un millón las personas que cruzaron el Mediterráneo en busca de protección internacional en Europa, mientras que la cifra de los que han pedido asilo en países de la OCDE durante el año pasado asciende a 1,5 millones, el doble de los que lo hicieron en 2014.

Acnur informó de que estos datos equivaldrían al 0,1% de la población total de los países adscritos a la OCDE, mientras si se compara con los países europeos, representarían el equivalente al 0,3%, por lo que este organismo de la ONU reclamó más esfuerzos a los países para integrar a aquellos que huyen del horror de la guerra.