En declaraciones a Servimedia, Besteiro dijo que este caso muestra que “la violencia sexual es una asignatura pendiente” y que se debería combatir y concienciar como con otras formas de violencia contra las mujeres.

Así, pidió que “se aborde de forma seria”, con tratamiento a las víctimas y medidas de castigo a los agresores sexuales y que se haga especialmente cuando afecta a los niños, pues son “víctimas irreparables”.

Desde la Federación de Mujeres Progresistas se piden, en concreto, “pautas dentro de las familias para poder detectar cualquier signo de alarma para intervenir y que no se llegue a estos casos tan extremos”.

Besteiro también criticó los prejuicios sociales que apuntan a que estos casos suceden porque son las mujeres quienes provocan “y los hombres tienen un deseo irreprimible” y recordó que este tipo de situaciones “apenas se denuncian” y son “difíciles de atajar”.