Así lo notificaron la alcaldesa, Manuela Carmena, y el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, en una rueda de prensa en la que, no obstante, no detallaron en qué consiste dicha propuesta, más que el hecho de que consiste en “un nuevo plan” que podría acercarse a los intereses de Wanda, pero manteniendo en todo caso la fachada que el grupo chino quería desmontar y volver a construir.

Carmena dijo que el Ayuntamiento no trabaja sobre el escenario de que Wanda se vaya, dado que siguen “negociando”, y “si se marcharan no negociacíamos”, pero reconoció que no puede garantizar que la propuesta satisfaga al grupo. Eso sí, se reafirmó: “Queremos inversiones pero siempre en el marco de la legalidad y, sobre todo, en beneficio de los intereses de los madrileños”.

Calvo aseguró que las conversaciones entre los equipos técnicos del Ayuntamiento y Wanda no se han interrumpido, y de hecho hubo una reunión la semana pasada, y que el que no las haya habido con el magnate Wang Jianling, presidente del grupo, sólo se debe a que éste no ha estado en Madrid.

“Si todo va como debe, en tres meses comenzarán las obras”, llegó a decir, aunque también reconoció que si un juez decidiera paralizar las obras o las licencias ante las denuncias de asociaciones ecologistas por una supuesta falta de protección que él aseguró que no ha variado respecto al anterior Gobierno municipal, el Ayuntamiento tendría que acatarlo.