Refugiados. Dinamarca plantea restricciones a los refugiados y alerta de la entrada de enfermedades

- Amnistía dice que el Gobierno contraviene el Convenio Europeo de Derechos Humanos

MADRID
SERVIMEDIA

El Parlamento danés discute hoy una serie de reformas para endurecer la Ley de Extranjería mediante restricciones para las personas refugiadas, como prolongar a tres años el tiempo que un refugiado debe pasar en el país para solicitar la reunificación familiar. Mientras tanto, los medios daneses alertan de un auge de las enfermedades infecciosas que estarían “trayendo los refugiados”.

La difteria llevaba 18 años sin manifestarse en Dinamarca, hasta que el pasado martes el Statens Serum Institut -el instituto danés de salud- anunciara que dos refugiados libios habían dado positivo en las pruebas del virus, según informaron diferentes periódicos del país.

En este contexto, el Parlamento danés vota este jueves una serie de reformas de la Ley de Extranjería que incluyen confiscar ciertos bienes a las personas refugiadas, algo que reprueba duramente Amnistía Internacional.

A esta propuesta se le suma el hecho de que los refugiados deban pasar tres años en el país antes de solicitar la reunificación familiar, así como pagar una tasa de 900 euros para acceder al trámite, además de costear el viaje de la familia a Dinamarca. Estas medidas dificultarían que los refugiados puedan llevar a sus familias, abocándolas a la guerra o a emprender todos el viaje de huida, según denuncia Amnistía.

Esta ONG pone el acento en que el Ejecutivo danés podría incurrir en una infracción del Convenio Europeo de Derechos Humanos, cuyo artículo 8 establece el derecho a la vida familiar, algo de lo que, según Amnistía, el Gobierno es consciente.

Estas medidas podrían ser aprobadas por el Parlamento el próximo día 26, después de ser discutidas este mismo jueves. La organización humanitaria pide a los diferentes Estados que presionen a Dinamarca para que se retracte y recule en sus propósitos, al tratarse de unas medidas “crueles” y “regresivas”, según denunció la ONG.

Desde Amnistía consideran que “es sencillamente cruel obligar a unas personas que huyen de un conflicto a hacer una elección imposible: llevarse consigo a sus hijos e hijas y otros seres queridos a viajes peligrosos, incluso mortales, o dejarlos atrás y afrontar una separación prolongada”.

Según publicó el miércoles el 'Daily Mail', varios clubes nocturnos de Dinamarca han comenzado a requerir a sus clientes que hablen inglés, alemán o la lengua nativa para poder entrar, mientras medios daneses titulan que los refugiados están “trayendo enfermedades peligrosas” al país.

(SERVIMEDIA)
21 Ene 2016
GIC/caa