Así se pronunció Margallo durante la inauguración de la exposición conmemorativa del Bicentenario de la Orden de Isabel la Católica, que tuvo lugar en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.

La muestra está organizada por el propio Ministerio y por la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre.

Margallo explicó que la Orden está jerárquicamente considerada en importancia como la segunda en España tras la de Carlos III pero está apreciada como “la primera en el campo de las relaciones exteriores

El jefe de la diplomacia española valoró esta distinción como uno de los instrumentos “más apreciados con los que cuenta España para premiar comportamientos extraordinarios individuales que contribuyen a fortalecer las relaciones de cooperación y amistad entre Espaañ con la comunidad internacional”.

La Real Orden de Isabel la Católica es una distinción instituida por el rey Fernando VII el 14 de marzo de 1815 con el nombre de ‘Real y Americana Orden de Isabel la Católica’, con el objetivo de “premiar la lealtad acrisolada y los méritos contraídos en favor de la prosperidad de aquellos territorios”.

La Orden fue reorganizada en 1847, tomando, a través de un Real Decreto de 26 de julio, el nombre de Real Orden de Isabel la Católica.

Su función actual es premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional".

Más de 71.000 personalidades españoles y extranjeras la han ostentado. Entre ellas, destacan el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, quien fuera presidente de la República francesa Fraçois Miterrand o el escritor Camilo José Cela.