Según informó este lunes la entidad financiera, los ingresos generados por estas ventas sumaron 640 millones de euros, frente a unos 470 millones del año 2014 (+36%).

Cerca de la mitad de los activos se vendieron directamente a través de la red de oficinas de la entidad, mientras que el resto de las operaciones se llevó a cabo por otros canales, principalmente a través de mediadores.

En estos datos sólo se incluyen los inmuebles que eran propiedad del Grupo BFA-Bankia y que se encontraban en el balance de la entidad, no así aquellos activos que fueron traspasados en su momento a Sareb y que, por tanto, son propiedad de esta sociedad.

Por tipos de inmuebles, más de 8.400 activos eran residenciales, fundamentalmente viviendas, lo que representa el 91% del total de las ventas acumuladas en el ejercicio.

El resto de las ventas se corresponde a inmuebles no residenciales, entre los que se incluyen locales, naves y suelos, entre otros.