Entre el lunes 18 y el sábado 23, tanto la sede de Recoletos como la de Alcalá interrumpen la actividad para los usuarios presenciales en las salas de lectura con el fin de reorganizar y comprobar que, en los diferentes espacios de la Biblioteca, el conjunto de los 33 millones de documentos que integran la biblioteca están bien catalogados y colocados.

Está previsto que este año se revisen 311.600 documentos. Una de las actividades más complejas se realiza en el departamento de Bellas Artes, concretamente la revisión de los mapas antiguos que requieren un trabajo minucioso por su tamaño y estar protegidos en diferentes carpetas.

Al final de cada jornada, las plantillas con las incidencias se analizan y los catalogadores corrigen los errores detectados y el departamento de Preservación planifica las tareas que fueran necesarias de restauración y encuadernación.