La imagen del niño, que fue de mano en mano por el Hemiciclo (lo cogió Pablo Iglesias, líder de Podemos y también Iñigo Errejón, menos diestro en el manejo de bebés que su jefe de partido), está arrasando en las redes sociales y hasta en las portadas de los medios de comunicación digitales, pero a las organizaciones feministas españolas no les ha gustado nada.

Así, Yolanda Besteiro, presidenta de las Mujeres Progresistas, calificó de "imagen desafortunada" la de Bescansa con su hijo en el Hemiciclo, (carrito incluido) porque "traslada la idea de que somos las mujeres las que nos tenemos que llevar a los hijos al trabajo".

"Perpetúa la idea de que somos sólo las mujeres las que tenemos la obligación de cuidar a nuestros hijos. En estos momentos, en los que trabajamos por fomentar la corresponsabilidad, llevar a su hijo al Congreso es romper todos los argumentos" , declaró a Servimedia.

La secretaria general de Mujeres en Igualdad, Carmen Fúnez, dijo a esta agencia que Bescansa podría haber evitado "montar ese número", llamando a la guardería que tiene la Cámara Baja para solicitar que acogiese a su hijo durante la constitución parlamentaria.

Además, subrayó que "el centro de trabajo, sea el Congreso de los Diputados, una empresa, o una tienda, no es el lugar para que una madre tenga el bebé. Por esto, en España desde hace tiempo se pusieron en marcha guarderías infantiles en muchas empresas y en muchas instituciones". Por ello, tildó de "error" e "irresponsabilidad" el hecho de que Bescansa haya "expuesto" a su hijo ante las cámaras".

Por último, la directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, puso el foco de su crítica no en que Bescansa se llevara a su hijo al Congreso, sino en que la foto del niño en el Hemiciclo pone de manifiesto los "problemas de conciliación" que tienen las mujeres en su vida cotidiana.