Según el Reglamento del Congreso de los Diputados, la Mesa de Edad de la sesión constitutiva está compuesta por el electo mayor y los dos más jóvenes, y esta vez esa responsabilidad recayó en Teresa de Lara, del PP y 72 años; María Such, del PSOE y 25 años, y Nagua Miriam Alba, de Podemos y de 25 años.

Al tomar la palabra desde la Presidencia, Teresa de Lara celebró esa oportunidad aunque solo sea por "motivos cronológicos", agradeciendo al calendario ese tipo de "guiños".

A los nuevos electos les pidió "concordia, afán de superación de las dificultades, buen sentido y entrega", porque es para el servicio de los ciudadanos, dijo, para lo que se ocupa un escaño en las cámaras, en las que reside la soberanía nacional.

Aseguró que es una optimista por naturaleza y está convencida de que en las instituciones, como en la vida, "lo mejor está siempre por llegar".