En su réplica a Carles Puigdemont durante el debate de investidura, Rabell insistió en la tesis de Podemos e ICV, fuerzas que componen su grupo parlamentario, de que las elecciones del 27 de septiembre no arrojaron una fuerza mayoritaria para romper con España, sino una suerte de “sí pero no” a la independencia.

A efectos prácticos, preguntó a Puigdemont si se cree que “de forma unilateral y voluntarista” se puede montar una agencia de la Seguridad Social catalana o un Banco Central de Cataluña, como avanzó en su discurso el candidato a la investidura. “Si se lo cree, está soñando”, le avisó.

Para Rabell, sólo hay dos formas de lograr la independencia: por la fuerza o por negociación. Descartada la primera, añadió que la ruptura unilateral no es leal con los electores ni legítima desde el punto de vista democrática. “Nadie se lo cree”, apuntilló.

Por tanto, cree que “se trata de ganar tiempo y de que se rehaga un partido en caída libre” como CDC. Al mismo tiempo, denunció que al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, “le viene fenomenal” esta situación para formar un ejecutivo de concentración con el PSOE, justo lo que cree que debería tratar de impedir Cataluña: un gobierno hostil a ella.

Finalmente, recriminó a la CUP haber cedido “a cambio de nada” y a ERC que no se saldrá de la crisis con una política neoliberal como la de CDC. En su opinión, las fuerzas progresistas han de trabajar conjuntamente, y expuso su “mano tendida” a ellas, si bien recriminó al PSC que “no puede seguir dando la espalda al derecho a decidir”.