RSF advierte, en el aniversario de 'Charlie Hebdo', sobre el peligro de lo “religiosamente correcto”
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Reporteros sin Fronteras (RsF) ha advertido, con motivo del aniversario de la matanza en la revista satírica francesa 'Charlie Hebdo', que se ha instaurado "una losa que pesa cada vez más sobre la prensa e incita a los periodistas a someterse: lo considerado 'religiosamente correcto'".
RsF denuncia en un comunicado que en nombre del respeto a Dios y de conceptos como la blasfemia, los partidarios de esta noción buscan crear una excepción a la libertad de expresión en general y de información en particular.
"Contrariamente a lo que sucede con lo 'políticamente correcto', que se refiere a la restricción de una expresión sin que exista una verdadera prohibición, lo 'religiosamente correcto' se ha impuesto en numerosos países del mundo con una fuerza y una violencia desenfrenadas. No se trata de simple conformismo, sino de un ataque grave al derecho a la información, que en ocasiones es la causa de actos sangrientos", indica.
Según Reporteros sin Fronteras, algunas personas pueden sentirse ofendidas o heridas porque se critican sus creencias, en especial si se hace de forma satírica, pero "la libertad de información y de expresión, tanto de los periodistas como de los ciudadanos, no puede ser restringida o limitada por las convicciones o sensibilidades de unos o de otros, sin que se instaure –sin que se advierta– una forma de totalitarismo".
En el mundo, el 47% de los Estados (94 de 198 países) contaban en 2013 con una ley que castigaba de forma más o menos severa la blasfemia, entre ellos ocho países de la Unión Europea.
RSF lamenta que "la autocensura y la pusilanimidad se hayan apoderado de los medios de comunicación de países democráticos". Incluso en Estados Unidos, donde la libertad de expresión está protegida por la Primera Enmienda, los diarios y los canales de televisión sucumben muy a menudo ante lo 'religiosamente correcto', avisa Reporteros.
“Aquellos que demuestran su valor editorial y se niegan a contribuir a la sacralización de los sistemas de pensamiento, cualesquiera que sean, deben ser protegidos, incluso por quienes no comparten sus convicciones", afirma Christophe Deloire, secretario general de RSF.
“Los brazos armados de lo religiosamente correcto no se contentan con impedir que se critique a las religiones, sino que buscan evitar que se realice cualquier reportaje o investigación periodística sobre áreas enteras de las realidad política, económica, social y cultural", añade Deloire.
(SERVIMEDIA)
07 Ene 2016
JRN/caa