Felipe VI, que ostenta el empleo militar de capitán general del Ejército de Tierra, de la Armada y del Ejército del Aire, máximo rango que le corresponde en exclusiva como mando supremo de las Fuerzas Armadas, según se estipula en el artículo 2 de la Ley 39/2007, de la carrera militar.

Así pues, tanto los ejércitos como la Armada ofrecen esta “bengala: insignia antigua de mando militar a modo de cetro o bastón”. Esta divisa tomó carta de naturaleza a partir del siglo XVIII para ser usada por los reyes como mando supremo de las Fuerzas Armadas y por los capitanes generales de la milicia.

La bengala contiene la simbología propia de la Corona y los Ejércitos de España: en la empuñadura, los escudos del Ejército de Tierra, de la Armada y del Ejército del Aire, de los que es capitán general, junto con las divisas de este empleo militar, y en la contera, los escudos que figuran en las Armas de Felipe VI, junto con su cifra (F VI) y la fecha de su proclamación (19 de junio de 2014).

La pieza ha sido elaborada artesanalmente, en madera de cerezo y plata dorada, por el orfebre ‘Prieto Olite Joyeros’, de León.

CEREMONIA

Este año el Rey estuvo acompañado en esta ceremonia por la reina Letizia, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, los ministros de Defensa y del Interior en funciones, Pedro Morenés y Jorge Fernández Díaz, respectivamente; el jemad, así como por representantes de los tres ejércitos y de la Guardia Civil.

Felipe VI llegó a las 12.00 horas acompañado de su esposa, la reina Letizia, al Palacio Real para presidir, por segunda vez como Rey, esta ceremonia militar con la que da inicio la agenda política de 2016.

Así, el Monarca, tras la rendición de honores a cargo de varias compañías de los ejércitos, pasó revista a las tropas en el Patio de la Armería del Palacio, acompañado del jemad y del jefe del Cuarto Militar de la Guardia Real, vicealmirante Juan Ruiz Casas.

Felipe VI eligió para su segunda Pascua Militar como Rey el uniforme de gala de capitán general del Ejército de Tierra.

Tras la rendición de honores y la revista a las tropas, los Reyes se dirigieron al Zaguán de Embajadores, donde fueron saludados por el director del CNI, Félix Sanz Roldán, y el presidente del consejo de administración del Patrimonio Nacional.

A continuación, el Rey saludó a los asistentes en la Saleta Gasparini e impuso, ya en el Salón del Trono, 20 condecoraciones a diferentes miembros de las comisiones militares para, a continuación, recibir, de manos del jemad, la bengala de capitán general.

Seguidamente, comenzaron los tradicionales discursos a cargo de Morenés y del propio Monarca.

Morenés destacó durante su alocución que las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil deben ser consideradas por “todos” como una “herramienta leal y eficaz” del “Gobierno de la nación” para garantizar el “futuro de España y del Estado de derecho plasmado en la Constitución –que nos hemos dado entre todos- y que sostiene nuestra unidad nacional y nuestra democracia”.

Por su parte, Felipe VI destacó el ejemplo de “patriotismo”, “solidaridad” y “compromiso” de las Fuerzas Armadas con la paz y la seguridad de aquellas personas que les necesitan.

Una vez concluidos los discursos, tuvo lugar el vino de honor en el Salón de Columnas, que finalizó a las 14.00 horas, cuando los Reyes abandonaron el Palacio Real por la Puerta del Príncipe tras despedirse de las autoridades del Estado.