Así se pronunció el Rey durante su discurso de la Pascua Militar, en un acto celebrado en el Palacio Real de Madrid al que asistieron la reina Letizia, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y los ministros de Defensa e Interior en funciones, Pedro Morenés y Jorge Fernández Díaz, respectivamente; el jefe del Estado Mayor de la Defensa (jemad), almirante general, Fernando García Sánchez, así como representates de los tres ejércitos y de la Guardia Civil.

Felipe VI ha llegado a las 12.00 horas al Palacio Real, acompañado por la reina Letizia y ataviado con su uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, para presidir su segunda Pascua Militar como Rey.

En un discurso meramente castrense y sin ningún tipo de alusión política, el Rey recordó los “momentos duros, algunos de ellos con trágicas consecuencias”, como la “agresión, la embestida brutal” del terrorismo que “ha llevado a la muerte a tantas ciudades, calles y plazas del mundo”, y que “ha golpeado cruelmente, de una manera ruin y cobarde, arrebatando la vida a ciudadanos de países amigos y a compatriotas nuestros”.

Frente a estas agresiones, el Rey afirmó que “no cabe el desaliento”, ya que aquellos que atacan los derechos y deberes de las sociedades occidentales se deben encontrar con “una reacción valiente y decidida de unidad y firmeza en la defensa de nuestro modelo de conviviencia”.

Esa defensa, continuó, ha de basarse en “nuestra fe en los irrenunciables valores democráticos que abrazamos convencidos y con la determinación y el coraje por defenderlos. Porque garantizar la libertad y los derechos de los ciudadanos es una exigencia y una responsabilidad de nuestro Estado de derecho”.