Según datos oficiales de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el año pasado tuvo carácter cálido en parte del cuadrante noroeste y muy cálido a extremadamente cálido en el resto de España. Las anomalías térmicas positivas superaron el valor de 1ºC en Madrid, Castilla-La mancha, Aragón, Navarra y el interior de Andalucía.

El año comenzó con un mes de enero ligeramente más frío de lo normal, con una anomalía térmica media de -0,3º. Febrero tuvo carácter muy frío, debido al episodio de temperaturas muy bajas que tuvo lugar en la primera decena del mes y con temperaturas medias mensuales por debajo de los valores habituales en toda España, con una anomalía media de -1,1ºC

En cambio, la primavera resultó muy cálida en todas las regiones, con una temperatura que superó en 1,5º C el valor medio normal. En algunas áreas del interior peninsular las anomalías térmicas positivas superaron el valor de 2ºC. Marzo fue ligeramente cálido (+0,3ºC), mientras que abril resultó muy cálido (+1,7) y mayo, extremadamente cálido (+2,4ºC), hasta el punto de que fue el segundo mayo más cálido de los últimos 55 años.

El trimestre veraniego acabó también muy cálido, con una temperatura media sobre España que se situó 2,5º C por encima del valor normal. Se trató del segundo verano más cálido de la serie histórica, sólo superado por el de 2003, con junio muy cálido (+1,5ºC), julio excepcionalmente cálido (+2,5, el más caluroso nunca registrado) y agosto cálido (+0,5).

El trimestre otoñal fue ligeramente cálido en el conjunto de España, con una temperatura media que superó en 0,3º C al valor normal de esta estación, con anomalías de -0,8ºC en septiembre, +0,5 en octubre y +1,4 en noviembre. Y el año se cerró con el segundo diciembre más cálido desde 1961 (+2,0), sólo superado por el de 1989.

OLA DE CALOR

El episodio de temperaturas elevadas más importante de 2015 fue la ola de calor de notable intensidad y excepcional longitud que afectó especialmente al centro y sur peninsular de forma casi ininterrumpida desde el 27 de junio al 22 de julio.

Las temperaturas fueron especialmente altas durante los días 6 y 7 de julio, cuando se superaron en algunos puntos los 45ºC. Entre los valores máximos registrados en los observatorios principales destacan Córdoba (45,2ºC) y el aeropuerto de Zaragoza (44,9).

Por otro lado, el episodio más importante de temperaturas bajas se produjo con la entrada de aire frío procedente del centro del continente europeo que se registró en la primera decena de febrero, lo que dio lugar a intensas precipitaciones de nieve en el norte peninsular, que incluso llegaron a alcanzar la costa y a heladas fuertes en zonas altas.

El valor mínimo entre estaciones principales correspondió a Molina de Aragón (-11,9ºC el 8 de febrero), seguido del Puerto de Navacerrada (-10,2ºC el día 4). Entre las capitales de provincia, destaca el observatorio de Burgos-Villafría (-9,3º C el día 10), Teruel (-8,3 el día 8) y Soria con (-8,2 el día 8),

PRECIPITACIONES

Por otra parte, el año 2015 fue muy seco en el conjunto de España, con una precipitación media de 500 litros por metro cuadrado, lo que supone un 23% menos que de lo normal entre 1981 y 2010. Ello se debió principalmente al acusado déficit de lluvias en la segunda mitad de la primavera, así como en noviembre y diciembre, especialmente en el último mes del año.

Las precipitaciones sólo superaron los valores normales en una franja dentro del cuadrante nordeste que se extiende desde el País Vasco hasta las provincias de Teruel y Castellón, así como en pequeñas zonas del sureste de Andalucía y de Castilla-La Mancha y en parte de Baleares y Canarias.

En el resto de España, el año resultó más seco de lo normal y las precipitaciones acumuladas se situaron por debajo del 75% del valor normal en Galicia, Cataluña, el cuadrante suroeste, el centro peninsular y parte de Canarias.

Enero y febrero fueron normales en conjunto, si bien las precipitaciones se distribuyeron de forma bastante desigual. La primavera comenzó con un mes de marzo que resultó húmedo por las abundantes lluvias registradas en la segunda mitad del mes, sobre todo en el este peninsular. Entonces, el valor medio sobre España superó en cerca de un 25% a la media de ese mes, pero las precipitaciones fueron cada vez más escasas a medida que avanzó la estación.

El trimestre veraniego dejó precipitaciones algo superiores a las normales, debido a los diversos episodios de lluvias ocasionalmente intensas y, en general, asociadas a la ocurrencia de tormentas, que se registraron en zonas del este e interior de la mitad norte.

El otoño fue relativamente seco, pues si bien la precipitación media en septiembre y octubre se situó muy próxima a los valores normales, en noviembre quedó un 40% por debajo de lo normal. Y diciembre acabó muy seco, con una media por debajo del 20% de lo normal.

Entre las situaciones que dieron lugar a precipitaciones intensas en 2015 cabe destacar sobre todo la que afectó durante la tercera decena de marzo al norte de la Comunidad Valenciana, así como al sur de Cataluña y a la zona sureste de Aragón, con totales acumulados superiores a 300 litros por metro cuadrado en puntos de la provincia de Castellón.

También destacaron los diversos episodios de precipitaciones intensas y en ocasiones torrenciales que afectaron a Canarias en la primera mitad del otoño, las lluvias intensas registradas en Baleares y en las regiones de la vertiente mediterránea a principios de septiembre y el fuerte temporal de lluvias que afectó al norte peninsular y a los Pirineos al inicio de la tercera decena del mes de noviembre. El valor máximo de precipitación diaria acumulado entre observatorios principales durante 2015 corresponde a Castellón de la Plana, con 133,8 litros por metro cuadrado el 22 de marzo.