Según informó el Consistorio, el Ayuntamiento no emitirá deuda y mantiene como eje fundamental “financiar políticas públicas de gasto con recursos propios sin necesidad de contraer nuevos créditos”, al tiempo que subrayó su compromiso con la transparencia y la reducción de gasto en partidas que “no benefician directamente a la ciudadanía, concentrando el esfuerzo en el gasto social y la inversión en distritos”.

Los contratos con ambas agencias, cuya relación comercial con el Ayuntamiento comenzó en el año 2002, han supuesto un desembolso para las arcas municipales de más un millón de euros.

Las calificaciones de agencias privadas son un requisito a la hora de recibir créditos y, en ocasiones, para negociar las condiciones de pago de los mismos.

A pesar de ello, el Ayuntamiento informó que “no tiene intención de contraer más créditos, más allá de la cuantiosa deuda que recibió. El margen para negociar el pago de intereses y devolución de crédito es además muy limitado con las condiciones impuestas”.

El Consistorio subrayó que el pago de la deuda, que hasta ahora suponía un 27% del Presupuesto (1 de cada 4 euros se iban a deuda en 2015) ronda el 15% en 2016, por lo que, a su juicio, “se respetan las obligaciones contraídas”, pero “se da prioridad a la inversión social frente a una amortización anticipada que no revierte en beneficios para la ciudadanía”.

Para el Gobierno municipal es fundamental “el compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas públicas” con todos los grupos municipales, organismos públicos europeos y estatales, y con la propia ciudadanía.

Esta “rendición de cuentas”, sostienen, “no tiene que pasar necesariamente por el pago a entidades privadas encargadas de emitir valoraciones objetivas y neutrales de los países, empresas y administraciones que analizan”.