Según informó este martes la Policía, las investigaciones comenzaron tras la recepción de una llamada telefónica en la que se denunciaba que un hombre con claros signos de embriaguez se encontraba causando molestias en un local de la localidad sevillana.

Al llegar al lugar de los hechos, los agentes encontraron un hombre de 76 años “en gran estado de embriaguez”, quien voluntariamente fue acompañado a su domicilio por los policías. Una vez en el interior de la vivienda, descubrieron una puerta al final del pasillo cerrada con una cadena de tipo pitón y un candado.

Tras preguntar al hombre, éste respondió que ahí vivía su hermano, que tenía problemas mentales y que “por su seguridad lo mantenían aislado”.

En la casa también se encontraba otra hermana de 61 años, quien contó a los agentes que se encargaba de proporcionar a sus hermanos alimento, higiene y medicamentos. Además, confesó que debido a los problemas mentales mantenían aislado a su hermano, cuya pensión de 1.000 euros mensuales administraba ella misma.

Debido a la rocambolesca situación que presenciaron, los agentes solicitaron a ambos hermanos que abrieran la cadena y la puerta para poder comprobar el estado de su hermano. Una vez la atravesaron, encontraron otra puerta con una traviesa de madera encajada que impedía el acceso.

ENCERRADO EN UNA "PALOMERA"

Tras franquear ambas puertas, encontraron una escalera “ruinosa y estrecha” que ascendía a una “especie de palomera”. Al entrar en este cuartucho sin techo de unos tres metros cuadrados, encontraron a un hombre completamente desnudo, tumbado en un colchón. Su estado de salud e higiene era “lamentable” y las condiciones del lugar eran completamente “insalubres”, con botellas y cubos donde hacía sus necesidades básicas, sin acceso a agua corriente ni a un aseo, relata la Policía.

Ante estos hechos, los agentes requirieron inmediatamente la presencia de los servicios sanitarios quienes, tras personarse en el domicilio, trasladaron a la víctima a un hospital de Dos Hermanas, donde fue ingresado para su reconocimiento médico.

En una primera valoración, los sanitarios que le atendieron informaron a los agentes que desde 1996 no se tenía constancia de que esta persona hubiera sido valorada por ningún médico.