Así lo confirmaron fuentes populares consultadas por Servimedia que creen que la negativa mantenida hoy por Sánchez en "la primera reunión" forma parte de la negociación después de que el PSOE hubiera avanzado ya que votaría en contra de investir a Rajoy presidente.

Reconocen en Génova que se esperaban esta postura inicial, pero consideran que es pronto para dar por perdido, de manera definitiva, el apoyo del PSOE teniendo en cuenta las alternativas que se le plantean a Sánchez.

Por un lado, subrayan que el líder socialista en todo momento ha insistido en el que PP es, como fuerza más votada, el partido al que le corresponde intentar formar gobierno, sabedor también de las dificultades para intentar conformar un Gobierno alternativo con Podemos y otros partidos nacionalistas e independentistas.

Además, insisten en el PP en que el secretario general del PSOE ha remarcado que tampoco le interesa una nueva convocatoria de elecciones generales porque, apuntan, Sánchez podría salir peor parado si hubiera otra cita con las urnas en cuestión de meses.

PRESIONES

En este sentido, apuntan a las presiones internas que Sánchez puede sufrir en la toma de su decisión definitiva sobre si abstenerse o no en la investidura de Rajoy, pese a que hoy remarcara que "quien marca y propone las líneas políticas a nivel federal" del PSOE es el secretario general y la dirección federal.

Igualmente, en el PP apuntan desde un primer momento que el líder socialista también estará presionado por el sector empresarial, especialmente por el Ibex- 35, así como por dirigentes europeos preocupados por la necesidad de garantizar la estabilidad política del país con los partidos tradicionales.

En relación a la negociación de la Presidencia del Congreso de los Diputados, por la que Sánchez dijo que trabajará, los populares reconocen que intentarán mantenerla para que el presidente de la Cámara Baja siga siendo del partido más votado, pero admiten, sin embargo, que no es su prioridad porque su objetivo prioritario es mantener el Gobierno.