La mayor parte de esos recursos (29.640 euros) corresponde a la inversión social que la compañía ha realizado en colaboración con entidades de la administración y de la sociedad civil.

Esas actuaciones se han centrado en el desarrollo socioeconómico del entorno en el que opera la entidad; la preocupación por la sostenibilidad energética; el trabajo en el ámbito del arte y la cultura, y la apuesta por la educación y la formación y por la cooperación al desarrollo y la solidaridad.

La cantidad restante se enmarca en actuaciones puntuales de la compañía, iniciativas alineadas con el negocio y costes de gestión.

Esa contribución a la comunidad en el año 2009, prosigue el documento, se ha materializado, fundamentalmente, en aportaciones en dinero. También en tiempo de empleados y en aportaciones en especie.

Además, los fondos destinados a Programas de Electrificación Rural en Brasil han supuesto un total de 52 millones de euros. Con todo, los fondos totales aportados para el desarrollo social ascienden a 84 millones de euros, que suponen el 2,30% de los beneficios antes de impuestos de Iberdrola.