Explicaron en una nota que "mientras las direcciones de nuestras respectivas empresas ultiman el proceso de compra", los comités de empresa, en representación de unos 3.000 trabajadores, han decidido iniciar una "línea común" de actuación.

Aclaran que no rechazan el acuerdo entre las dos compañías, "pero no queremos que esta fusión, de la que nuestras respectivas direcciones apenas nos han informado, se aproveche para ganar rentabilidad a costa de las plantillas, teniendo en cuenta que ya están más que ajustadas".

"Apelamos al sentido común de la empresa compradora, que hasta ahora ha demostrado cosechar buenos resultados. Si esto es una operación industrial, y si el capital financiero está asegurado, entonces el capital humano también".

Subrayan que el nuevo grupo televisivo contará con, al menos, ocho canales en la TDT, por lo que resultará imprescindible dotarlos de contenidos de calidad y no sólo mantener los recursos humanos actuales, sino ampliarlos. "Es la fórmula para seguir siendo competitivos en el nuevo mercado que se abre", añaden.

A su juicio, el nuevo grupo televisivo tendría que apostar por la producción interna, y por realizar todos los productos informativos y de entretenimiento con medios propios, tanto técnicos como humanos. En el sector televisivo está demostrado que la producción interna resulta más rentable y barata que la ajena.

En síntesis, los sindicatos reclaman de sus empresas "una apuesta decidida por el mantenimiento íntegro de los puestos de trabajo", que "fomenten la producción interna de la nueva plataforma" y "mayor información sobre esta operación económica".