Los franciscanos, que reciben cada año a dos millones de peregrinos en Belén, apelan a la caridad de las fechas navideñas para que la pequeña comunidad cristiana de Belén lo tenga más fácil para “esperar en serenidad al nacimiento de Jesús”.

La web de la fundación ('http://www.proterrasancta.org') recuerda que el desempleo, la pobreza, la violencia, la emergencia del agua y la ausencia de asistencia sanitaria “impiden a muchas mamás y papás criar a sus hijos en un ambiente sano y sereno” y "cuidar a sus padres mayores y garantizar las atenciones médicas necesarias para toda la familia”.

Por ello piden ayudar a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos de la ciudad donde hace 2.000 años nació Jesucristo. “Instrucción, fármacos, agua, comida son bienes obvios para muchos de nosotros, pero no para los habitantes de Belén”, subrayan.

Los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, que velan por los lugares santos cristianos desde hace siglos y también “por la comunidad cristiana local, y sobre todo por los más necesitados”, recuerdan que con 50 euros se puede asegura la ropa invernal para dos niños necesitados; con 150 euros, la cantidad de leche mensual necesaria para tres niños, y con 300 euros se puede sostener la terapia médica mensual para tres enfermos crónicos.