20-D. Los obispos confían en la “madurez” y la "coherencia" de los españoles en las elecciones del domingo

MADRID
SERVIMEDIA

El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, manifestó este miércoles que los obispos españoles “no son pesimistas” de cara a las próximas elecciones y que tienen “gran esperanza en la madurez del pueblo, asentada en el ejercicio de vida democrática”, que esperan “que continue con libertad y responsabilidad”.

Así lo dijo Gil Tamayo durante la presentación del plan pastoral 2016-2020 aprobado por la Asamblea Plenaria del Episcopado español y que lleva por título 'Iglesia en misión al servicio de nuestro pueblo'. Además, el portavoz apeló a los votantes católicos a ejercer su derecho con “coherencia” y “con un sentido cristiano”, “de integridad” y según “el compromiso de su fe que no se queda en el sentido de lo privado sino en todos los ámbitos de la vida”.

Gil Tamayo estuvo acompañado por los obispos responsables de esta iniciativa, el nuevo prelado de Barcelona, Juan José Omella; el de Almería, Adolfo González, y el de Guadix, Ginés García Beltrán.

El plan responde a la necesidad de poner “más velocidad” en la evangelización, de una Iglesia española que va “muchas veces al ralentí”, según Omella, que reconoció que “han cambiado las mentalidades” y la postura que tiene la sociedad española respecto a Dios. No obstante, dijo que el plan no es “una estrategia” para imponer la religión católica.

LAICISMO BELIGERANTE

Durante su intervención, el jefe de la Iglesia almeriense explicó que para diseñar en plan se ha analizado la sociedad actual, que valora poco la religión, “un concepto que se reduce a creencias y rituales” y que queda relegada “a la interioridad y a los templos” y contrapuesta “al conocimiento científico”. Es más, según González, en esa concepción prima la aconfesionalidad del Estado, que a veces va impuesta como un “laicismo beligerarantemente antirreligioso” y rodeada de una cultura “del todo vale” en el que se deforma la conciencia moral.

De ahí que las propuestas del plan, como matizó Ginés García Beltrán, irán dirigidas a la Plenaria de la CEE y no tanto para las diócesis concretas, a partir de “una revisión profunda” que empezará por los propios obispos.

“Tenemos que corregirnos, con una gran esperanza”, agregó Omella, que recalcó que se trata de hacer un análisiS en referencia al conjunto de la Iglesia, no para decir “qué mala es esta sociedad” sino como “una oportunidad para mejorar”.

En esa línea, García Beltrán recordó que cuando hay un católico "ilusionado", sea el obispo, un cura o un catequista, “se ilusiona toda una diócesis”. De ahí que el plan, en palabras del obispo de Almería, contenga “preguntas muy radicales para examinar a los obispos” y replantear su compromiso e ilusión en la evangelización.

GESTOS

En esta línea, anunció que los obispos convocan el 22 de enero un “gesto significativo” con la celebración de una jornada de ayuno y penintencia “para hacer ver y hacernos ver que la Iglesia la lleva el Señor y nosotros somos colaboradores” en esa labor misionera.

El plan arrancará con un año de “revisión profunda” siguiendo las recomendaciones que ha hecho el Vaticano duante los últimos pontificados; continuará con un segundo año centrado en la comunión y la labor de los agentes de pastoral; y desde 2018 a 2020 “irá profundizadnod en los distintos ámbitos de la misión en la iglesia”.

Al término de este periodo, en el que se fomentará la formación de personas que sean “fermento” en la sociedad y el compromiso de los cristianos para dar testimonio “social y político”, tendrá lugar “un gran congreso” nacional.

(SERVIMEDIA)
16 Dic 2015
AHP/gja