La Cumbre del Clima presentará el acuerdo mañana a las 9.00 horas
- Fabius: “Va a ser un gran paso adelante para la humanidad”
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El presidente de la Cumbre del Clima (conocida como COP21), Laurent Fabius, presentará este sábado a las 9.00 horas el texto definitivo del Acuerdo de París, un día después de lo inicialmente previsto, para que sea aprobado por todas las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climatico (195 países y la UE).
Así lo anunció Fabius este viernes en una comparecencia de prensa en la COP21 junto con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Fabius aseguró que el documento “va a ser un paso adelante para la humanidad” y será un texto “de gran importancia”, al tiempo que se mostró “optimista” sobre el hecho de que más de 190 países estén consensuando en las últimas horas “un acuerdo climático universal”.
Por su parte, Ban Ki-moon, agradeció a Fabius su “trabajo” y su “diplomacia” al dirigir la Cumbre del Clima. “Sus esfuerzos son apreciados por todos”, indicó, antes de señalar: “Estoy seguro de que los negociadores llegarán a un acuerdo ambicioso y sólido”.
El último borrador del acuerdo se dio a conocer este jueves por la noche, con algunas horas de retraso después de que los negociadores de las delegaciones nacionales robaran horas al sueño y mantuvieran reuniones maratonianas para pulir las numerosas opciones que continuaban abiertas.
La penúltima versión del texto, recogida por Servimedia, abarca 27 páginas (1 introductoria, 12 de proyecto de acuerdo y 16 de proyecto de decisión que acompaña al acuerdo), consta de 18.815 palabras y mantiene 48 corchetes con opciones abiertas para negociar.
En el apartado de ambición, el documento fija como finalidad “mantener el aumento de la temperatura media global a muy por debajo de 2ºC sobre los niveles preindustriales y continuar los esfuerzos para limitar el aumento de temperatura a 1,5ºC”, lo que “reduciría significativamente los riesgos e impactos del cambio climático”.
Para ello, el borrador mantiene la fórmula de “responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas”, es decir, los países desarrollados deben hacer más esfueros en combatir el calentamiento global por sus emisiones históricas y apoyar a las naciones en desarrollo con financiación y transferencia de tecnología y de capacidades.
Respecto a la mitigación, los países alcanzarían el pico de emisiones de gases de efecto invernadero “tan pronto como sea posible” para llegar a la “neutralidad” (que la diferencia sea cero entre las emisiones expulsadas y las capturadas por bosques y océanos, por ejemplo) en la segunda mitad del siglo sobre la base de la ciencia y en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza, de manera que el texto renuncia a establecer porcentajes de reducción de emisiones en 2050 y a la descarbonización de la economía, lo que supondría 'olvidar' los combustibles fósiles.
FINANCIACIÓN
El proyecto de acuerdo pospone a 2023 la primera revisión de las contribuciones climáticas de los países, que se harían cada cinco años, a pesar de que China intentó bloquear este aspecto porque no quería comprometerse hasta 2030, año en el que ha prometido que alcanzará su pico de emisiones.
No obstante, el proyecto de decisión que acompaña al acuerdo invita al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés) a elaborar en 2018 un documento técnico sobre los impactos del calentamiento global del incremento de 1,5ºC sobre los niveles preindustriales, y convoca a un grupo de trabajo para que haga un balance de los esfuerzos colectivos de los países en 2019.
En cuanto a la financiación, uno de los aspectos más espinosos de las negociaciones, el borrador indica que los países desarrollados deberían aportar un mínimo de 100.000 millones de dólares (91.400 millones de euros) al año a partir de 2020 para que las naciones más vulnerables se adapten al cambio climático.
Por lo demás, el Acuerdo de París se encamina a que los compromisos nacionales de reducción de emisiones de gases contaminantes no sean jurídicamente vinculantes, lo que permite a Estados Unidos no tener que someter el texto en el Senado, donde la mayoría republicana lo rechazaría, y recoge una fórmula más discreta, en el sentido de que cada país “deberá preparar, comunicar y mantener” sucesivos planes climáticos y tomará las medidas nacionales necesarias para ello, y que cada compromiso posterior debe reflejar “la mayor ambición posible”.
(SERVIMEDIA)
11 Dic 2015
MGR/gja/pai