El responsable de la campaña del Clima de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, declaró a Servimedia en el centro de convenciones de Le Bourget, al noreste de París y donde estos días se celebra la Cumbre del Clima, que “el espíritu impulsor” de las Naciones Unidas, recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, “está siendo vulnerado en el acuerdo de París” porque previsiblemente no se recogerán en el articulado del texto.

“La lucha contra el cambio climático es una lucha por los derechos humanos, lo que obligatoriamente debe recogerse en los artículos del acuerdo”, indicó, antes de señalar que el calentamiento global “pone en riesgo” aspectos como la alimentación, el acceso a los recursos y el derecho a una vida digna. “Seguir desoyendo la responsabilidad histórica de hacer frente al cambio climático es una vulneración de los derechos. Debería tener consecuencias jurídicas y penales”, apostilló.

Por su parte, la responsable de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace, Tatiana Nuño, indicó a Servimedia en París que el texto que se suscriba en la Cumbre del Clima de París tendría que ser “mucho más concreto” en cuanto a los derechos humanos, puesto que representantes de los países más vulnerables han manifestado en la capital parisina su preocupación por los efectos que tendría el calentamiento global en estas naciones.

Nuño instó a las delegaciones nacionales a consensuar un acuerdo “más ambicioso” en el que los derechos humanos figuren en el articulado del documento y no de forma “débil” en el preámbulo, ya que el cambio climático guarda relación con la pobreza alimentaria, las migraciones o las sequías.

Por último, el coordinador de Amigos de la Tierra, Alejandro González, lamentó, en declaraciones a Servimedia en París, que el borrador del acuerdo de París deje “muy diluidos” los derechos humanos. “No reconoce implícitamente los derechos humanos, que están muy relacionados con los impactos del cambio climático”, agregó.

González consideró “preocupante” esta cuestión porque “Naciones Unidas se está plegando a muchos de los intereses de países que no reconocen los derechos humanos, como Arabia Saudí, entre otros”. “Nos está dando una señal muy clara de cómo este concepto está siendo dejado de lado”, concluyó.